NotiZulia / Herly Villalobos / Regionales
Los Marabinos esperaban con ansias una fuerte lluvia, que paliara la ola de intenso calor que excede al clima acostumbrado en la región zuliana.
Y es que por todos lados se escucha el término criollo “Que molleja de calor” como si se tratase de la gaita de Ricardo Portillo titulada de esa manera.
Pero en una ciudad cuyos habitantes ya acostumbrados a un clima con temperaturas altas promedio entre los 37º y 40ºC, cuando se produce cualquier variación adicional para bien o mal, el efecto se hace sentir inmediatamente.
El calor es parte de la cotidianidad zuliana, al punto que cuando la temperatura baja unos niveles (algo inusual), se puede decir que ya hay frio y es tanto su efecto que inclusive hay quienes tienen la necesidad de abrigarse, a pesar de solo haber bajado un par de grados.
Recordando un poco al cultor zuliano Astolfo Romero. El mencionaba la temperatura de la ciudad en su programa radial de gaitas, con la jocosidad que le caracterizaba diciendo: “La temperatura en la ciudad 35º Centígrados, en el estudio, con aire y sin flux”.
El meteorólogo venezolano Luis Vargas explicó en su cuenta de Twitter que la oleada de calor registrada en el país, se debe a la declinación solar, la cual comenzó a incidir perpendicularmente sobre el sur de Venezuela desde el 22 de marzo y ha venido ganando una latitud de 0.4 grados diarios, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh).
La declinación solar provoca un incremento de las temperaturas en Venezuela de manera más significativa para esta época del año. Es decir, en las zonas donde no haya lluvias consecutivas, se incrementará la sensación de calor.
La declinación solar sigue ganando latitud a razón de 0.4° por día y ya se incide perpendicularmente sobre el sur de Apure, porción central de Bolívar y norte del Esequibo. Donde no esté lloviendo seguirá el incremento de las temperaturas típicas de la época.
Luis Vargas (@Meteovargas) April 6, 2022
@INAMEH pic.twitter.com/jLKfkUr7n6
