Venezuela no pedirá a ningún país del mundo ni a ningún organismo internacional ayuda para superar la actual escasez de medicinas e insumos médico-quirúrgicos que afecta al país, al menos por ahora.
Así lo dejaron en claro las autoridades en el informe que presentaron al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y en el cual se comprometieron a implementar solo tres de las 274 recomendaciones que recibieron durante el II Examen Periódico Universal de Derechos Humanos, celebrado en noviembre pasado.
En el documento, que será leído este jueves en Ginebra (Suiza), se coloca en “veremos” la petición hecha por la delegación de Canadá para que Venezuela “tome medidas urgentes inmediatas para garantizar una provisión de medicinas esenciales a la población, incluyendo la aceptación de asistencia y cooperación internacional”, así como la de Islandia, la cual instó a que se “desarrolle e implementen políticas efectivas que permitan atacar la crisis en el sector salud y la escasez de comida”.
Estas recomendaciones no fueron rechazadas de plano, pero tampoco aceptadas, sino que son dos de las 28 que el Gobierno dijo que tomaría en consideración, porque “pueden prestarse a confusión, dado a que contienen una fuerte orientación politizada y negativa” y “no fueron formuladas bajo un espíritu constructivo o propositivo”, lo cual “contribuye a exacerbar las consecuencias negativas de la incesante guerra económica, del constante asedio y las permanentes amenazas que han llevado a un bloqueo progresivo del país en los ámbitos económico, comercial y financiero, afectando negativamente el disfrute de los Derechos Humanos”.
Pero el Ejecutivo no solo se rehúsa a pedir ayuda internacional para resolver la falta de medicinas, tampoco tiene prevista esa opción para superar el desabastecimiento de alimentos. Así, la recomendación que en ese sentido le hicieran los delegados de Suecia también fue engavetada.
Gremios y economistas aseguran que la escasez de alimentos y de medicamentos ya supera 80 % y en algunos renglones, en ciertos momentos, ha llegado a ser del 100 %. Esta situación está poniendo en riesgo al menos a cuatro millones de venezolanos, según datos manejados por Feliciano Reyna, de Acción Solidaria.
NOTIZULIA / La Patilla