Pese a los “esfuerzos” técnicos y mediáticos del Gobierno regional y del propio Ministerio de Energía Eléctrica y a las declaraciones de las autoridades asegurando que en un 90 % está “resuelta la crisis” gracias a la puesta en marcha de las termoeléctricas, la reactivación de la planta Ramón Laguna, la llegada de transformadores para las subestaciones y el turbogenerador gigante que trajeron de Puerto Ordaz, la realidad es otra muy distinta. Maracaibo sigue padeciendo una catástrofe eléctrica.
El equipo de prensa de este medio viene haciendo un minucioso seguimiento al grave problema y uno de los elementos que caracterizan ahora a los cortes eléctricos es la exclusividad y repetitividad en algunos sectores de la ciudad que acusan hasta cuatro esquemas de cortes de entre tres y cinco horas cada uno.
En el noroeste de Maracaibo, los sectores La Victoria, La Curva, El Marite, El Samide, Los Aceitunos, La Floresta, La Rotaria, Alberto Carnevalli, Valle Claro, Santa Fe, Altamira, Clup Hípico, Raúl Leoni, Cuatricentenario, Ciudadela Faría, Ciudad Lossada, Panamericano entre otros del mismo perímetro padecen tres cortes diarios de tres horas cada uno. Es decir nueve horas diarias sin electricidad con tendencia a aumentar cuando hay lloviznas.
Sectores como San Rafael, San Miguel, Villa Centenario de Luz, Simón Bolívar, La Paz, Las Marías, La Chamarreta, Integración Comunal, La Pastora, Cañada Honda, Los Estanques y otros sectores cercanos padecen hasta tres cortes de energía de cinco horas diarias, es decir 15 horas al día sin electricidad que contempla pasar toda la noche y la madrugada sin energía y con elevadísimas temperaturas, humedad y por si fuera poco, un plaguero que no deja ni respirar a la población.
Se apaga la luz, se enciende la calle
En los sectores mencionados como los más afectados y otros sectores con menor afectación pero igual malestar, como Pomona, Casco Central, Saladillo, Padilla, Primero de Mayo, entre otros, los vecinos comienzan a perder el miedo y guiados por la indignación y la “ineficiencia” de las autoridades en resolver la crisis, comienzan a protagonizar protestas nocturnas y madrugadores haciendo uso de las llamadas guarimbas trancando calles y avenidas con basura, cauchos quemados, troncos de árboles, piedras, hierro, bolsas de basura y cuanto objeto encuentren para obstruir el paso. En las madrugadas oscuras de estos sectores resuenan cada día con más fuerza las cacerolas, incrementándose con ello el número de personas sumadas a la protesta.
La paz que pregona el Gobierno que lograron instaurar con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) parece tambalearse al menos en el Zulia, entidad de Venezuela donde la crisis eléctrica llega a niveles catastróficos.
Los expertos no se pelan
Un referente significativo con la suficiente sapiencia y conocimiento sobre el tema eléctrico es el exvicepresidente de la extinta Enelven, ingeniero Ciro Portillo.
Estuvo ausente por mucho tiempo hasta ayer que reapareció. En 2008, cuando esta crisis apenas se asomaba, pronosticó lo que religiosamente ha ocurrido.
“El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) comprende tres fases importantes: generación, transmisión y distribución. En las tres fases hay serias fallas. Urge invertir en mantenimiento que ya no es preventivo –porque este no se cumplió a tiempo- sino correctivo, hay que sustituir equipos, hay que sustituir cabrias, hay que sustituir guayas, hay que sustituir cables, hay que invertir en generadores, plantas, transformadores, hay que poner a producir a las plantas conforme su capacidad instalada y eso no está ocurriendo. De no hacerse esta inversión, vendrán apagones eléctricos de hasta doce horas y más, no quiero alarmar a nadie, es una advertencia matemática”.
Diez años después, todo lo que pronosticó el experto se ha cumplido. Hoy sectores de Maracaibo padecen días de hasta 16 horas sin electricidad.
Ayer, Portillo acudió a la Cámara de Comercio de Maracaibo, organismo que fijó una contundente posición en torno al tema eléctrico y sus repercusiones muy graves en la dinámica comercial de la región.
Referente a Maracaibo, Portillo señaló que el sistema fue diseñado para alimentar a Maracaibo con 2 mil megavatios instalados de la siguiente manera, 660 de la planta Ramón Laguna, y otros 1.300 de la planta Termozulia, y un porcentaje mucho menor de la planta Rafael Urdaneta.
Indicó que actualmente solo está funcionando el 10 % de esa capacidad instalada, porque “la planta Ramón Laguna se encuentra paralizada por completo, y la Termozulia, que es una planta relativamente nueva, solo está funcionando con un 10% de su capacidad, lo que obliga a la región a suplir su demanda desde el Sistema Interconectado Nacional (SIN) que tiene que servirse con interconexiones que se encuentran en el lago de Maracaibo, de la cual existen dos que se encuentran fuera de servicio y solo funciona una y de paso con serios problemas”.
“La crítica situación del Zulia –enfatiza- se debe a la falta de generación de energía. A falta de plantas, de 2 mil megavatios instalados para servir a Maracaibo solo están funcionando 130 megavatios, por lo que dependemos del deteriorado sistema interconectado nacional, que también sufre los embates de la falta de mantenimiento de las plantas del centro del país, como la planta Tacoa que se encuentra en cero, o la de la Morón que también se encuentra en cero. La demanda en centro occidente depende exclusivamente de la represa del Guri, que no tiene problemas de generación porque está lleno de agua, pero no da abasto para traer la energía hasta la parte centro occidental del país y mucho menos al Zulia, porque no hay líneas de transmisión, entonces ocurren los bajones, principalmente en horas de la madrugada, que son muy graves en los últimos días”.
Caen las ventas en más de 30 %
La Cámara de Comercio ofreció un balance bastante crítico de las consecuencias de la catástrofe eléctrica en el sector comercial de la región.
Autoridades aseguran que las ventas y la actividad económica han disminuido en 30 % a consecuencia de los apagones. Pocos comercios cuentan con plantas de autogeneración eléctrica las cuales funcionan con gasolina y diesel, situación que también se hace cuesta arriba, pues el suministro de combustible también se caotizó a causa de los apagones.
Otros servicios como el agua potable se ven seriamente afectados. El sistema de bombeo se ha visto interrumpido por los apagones y ello redunda en un importante retraso en el suministro del vital líquido a la población.
Pese a las proyecciones del Gobierno, la crisis eléctrica parece haber llegado para quedarse y extenderse. Entre tanto, la desmejora en la calidad de vida de la población, la indignación e impotencia en los habitantes de un estado y una ciudad tan calientes como el Zulia padeciendo apagones de hasta 14 horas diarias, atentan contra la paz conquistada desde el pasado 30 de julio. El desenlace es incierto.
NOTIZULIA / AVN