Rafael E. Fernández
La capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, que falleció el 31 de diciembre a los 95 años, abrió este lunes a las 9:00 horas de la mañana (hora local) para el último adiós de los fieles, cientos de los cuales esperan en fila ya desde primeras horas de la madrugada para entrar en la basílica de San Pedro y despedir al pontífice.
La exposición de los restos mortales de Benedicto XVI, que permanecerá abierta hasta las 7:00 pm, quedó instalada en la nave central de la Basílica de San Pedro del Vaticano, delante del llamado altar de la confesión, junto al famoso baldaquino de Bernini.
Los restos fueron trasladados allí desde el monasterio Mater Ecclesiae, donde residió el papa emérito desde su histórica renuncia en febrero de 2013 y donde este domingo fueron velados por amigos, ciudadanos y trabajadores del Vaticano, así como por los cardenales y miembros de la Curia.
Antes de abrir la capilla ardiente en la basílica se celebró una liturgia en privado con los cardenales y los más cercanos al pontífice y entre los presentes se encontraba la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Los primeros fieles en entrar a despedir a Benedicto XVI, a cuyo lado se encontraba su fiel secretario monseñor Georg Gänswein y el cardenal italiano Mauro Maria Gambetti, se agolparon ante los restos, permanecieron frente a ellos unos minutos y los inmortalizaron con sus móviles.
Agencisas.