El hampa tocó la puerta de la casa 231 en la calle 23, sector Santa Fe II, parroquia Los Cortijos del municipio San Francisco. A Gilda del Carmen Araujo Rojas, de 41 años, la mataron de un balazo en la parte trasera de su cabeza al oponerse al robo de sus electrodomésticos.
El ama de casa compartía ayer, a las 2.30 de la madrugada, con unos familiares dentro de la residencia. Los delincuentes ingresaron a la fuerza y los apuntaron con sus armas de fuego. Unos se metieron a la casa a buscar su botín, mientras otros custodiaban a las víctimas, detalló un oficial.
Araujo se alteró al ver que le sacaban sus bienes y quiso impedirlo. Uno de los maleantes la apuntó en la cabeza, pero la amenaza no la contuvo. Siguió su lucha. El atracador le disparó a quemarropa. El proyectil le traspasó la parte posterior del cráneo y le salió por uno de sus ojos. Se desangró en el piso de la sala de su residencia frente a todos sus parientes.
Pasaron minutos antes de que algún cuerpo seguridad se acercara a la escena del crimen. Entrevistara a los testigos y buscara algunos detalles que ayudaran a identificar a los ladrones. Por ahora, el crimen se investiga como una resistencia al robo. El cadáver permanecerá en la morgue forense hasta que los familiares tramiten su entrega.
La Policía científica, Subdelegación La Cañada de Urdaneta, asumió la investigación. Desconocen el paradero de los maleantes, pero presumen que sea una de las bandas de ladrones de casas que azota al municipio sureño.
Mujeres vulnerables
Encapuchados ingresaron en la vivienda de María Josefina Delgado (47), ingeniera industrial, en la avenida 79 con calle 67A de la segunda etapa en La Victoria. Le dispararon en el estómago para robarle un teléfono celular y una Tablet. En asalto hirieron a José Luis Ávila (28), por intentar impedir el atraco. Su estado de salud es crítico.
A Nury Esperanza Sectaris de Medina, de 60 años, la sorprendieron, el 4 de agosto, dentro del ciber que funcionaba en su casa, en la avenida 6 de Altos de Jalisco de Maracaibo, y la degollaron para robarle un efectivo, las llaves de un apartamento en el sector Primero de Mayo y su Chevrolet Optra, dorado. La Policía detuvo a dos de sus asesinos y a un pizzero que compró el celular de la víctima.