Liquidan al cómplice de «Brunito» en Cerros de Marín

Heliesser Alexánder Duno Gómez, de 18 años, era el único cabo suelto.  Al sicario lo contrató Santiago Giovanni Allio Torres, alias “Brunito”, para que asesinara el 24 de febrero a su padre, Bruno Allio Bonetto, al salir de su residencia en el sector Don Bosco. El Eje de Homicidios de la Policía científica lo rastreó, lo acorraló y lo liquidó.

Según las investigaciones, a Duno y Daniel José Mondoy Barreto los contactó Adolfo Hernández Medina, amigo de “Brunito”. Acordaron cometer el asesinato del empresario ítalo-venezolano por un millón de bolívares, solo les cancelaron 250 mil. El plan no se ejecutó según lo acordado y quedaron al descubierto. En cuestión de horas, la Policía científica capturó a Allio y a dos de sus cómplices. Heliesser escapó herido del tiroteo con el cuerpo de seguridad.

Antes de llegar a su nueva guarida, los detectives hicieron una docena de allanamientos, todos infructuosos. Un dato, con la descripción exacta del fugitivo, los llevó ayer hasta la calle 77 del sector Cerros de Marín, parroquia Olegario Villalobos al este de Maracaibo. En un primer intento se les escabulló, corrió, se refugió en una casa y tras un breve tiroteo lo sacaron en brazos. Iba moribundo hacia un centro de salud, detallaron los vecinos.

Fallas

Cada uno definió, en febrero, su rol para el asesinato del empresario. Allio dejaría entrar a Mondoy y a Duno al edificio Murano y les entregaría la Beretta, T92FS, calibre 9 milímetros de su padre. Estos esperarían al la víctima dentro de su Jeep Cherokee, negra, placa AC707RV, lo someterían con su propia arma, lo llevarían a un paraje solitario y finalmente lo matarían. Nada salió según el plan. Allio Bonetto aceleró hasta estrellarse contra la cerca de una casa frente al conjunto residencial.

A los sicarios no les quedó más remedio que asesinar al empresario cerca de su casa. Quien debía recogerlos no llegó, debieron disparar al aire, correr por unas cuadras y obligar a Allio Torres a montarlos en su F-150 roja, placa A94AD1V. Todo el movimiento quedó grabado en las cámaras de seguridad de las residencias aledañas. La Policía científica se incautó los videos, obtuvo detalles y en menos de 12 horas todos estaban a la orden de un tribunal. En sus declaraciones confesaron su motivo, el dinero de la víctima.

 

NOTIZULIA / La Verdad

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