Notizulia / Agencia
Los líderes del G-7 lanzaron este domingo un gran plan de infraestructuras, impulsado por Estados Unidos, para contrarrestar el avance de China.
Según la Casa Blanca, la iniciativa, bautizada como “Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión”, pretende impulsar el desarrollo de países de ingresos bajos y medios, fortalecer la economía global y la cadena de suministros.
“Con los socios del G-7, buscamos movilizar 600.000 millones de dólares hasta 2027 para inversiones mundiales en infraestructuras”, declaró la Casa Blanca poco antes de un discurso de Biden.
El proyecto fue anunciado en la cumbre en Elmau (Alemania) de los siete más países más industrializados del mundo (EE.UU., Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón) y pretende movilizar cientos de miles de millones de dólares para crear infraestructuras sostenibles en naciones aliadas en desarrollo.
El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció que su país destinará 200.000 millones de dólares a esta iniciativa a lo largo de cinco años, a través de fondos del Gobierno federal en colaboración con el sector privado.
Según destacó, las inversiones en infraestructuras son “cruciales” para un desarrollo sostenible y para lograr una “estabilidad global”.
El plan quiere ser una alternativa al proyecto chino “One Belt, One Road” (Una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia Europa. A diferencia de la iniciativa de Beijing, la financiación propuesta por el G-7 procedería en gran medida de inversores privados y, por tanto, no está garantizada.