En una vivienda del sector Cruz Verde, parroquia San José del municipio Miranda, estado Falcón, Guadalupe Gregoria Andaroza Medina, de 17 años, conoció el infierno. Dos antisociales la encerraron, el pasado 11 de junio a las 4.30 de la mañana, en una habitación con su pareja, luego les prendieron fuego. Marisel, madre de la víctima, no salía de su asombro, «mi hija era tan bella y la convirtieron en un monstruo», repetía una y otra vez.
Las lágrimas corrían por su rostro al recordar el estado en el cual quedó el cuerpo de su hija, respiraba profundo, miraba el cielo, nada la consolaba. La adolescente conoció al mecánico Jhonatan Daniel Urbina Rodríguez (19) hace tres meses, desde el primer momento en que lo vio se enamoró de él, comenzaron una relación amorosa que terminó en desgracia, relató un allegado a los Andaroza.
Mientras Guadalupe y su novio conversaban en el porche de la casa, un vehículo, no identificado, se acercó al frente de la vivienda, los delincuentes abrieron la puerta, descendieron e inmediatamente los sometieron. Una vez dentro, los arrastraron hasta una de las habitaciones, donde posteriormente les vertieron un litro de gasolina. Las súplicas de las víctimas no conmovieron a sus verdugos, encendieron un fósforo y se los tiraron encima.
Las llamas comenzaron a propagarse por la habitación. Al ver cómo Dilis Chirinos (35), alias «Billy», y Gabriel Arsenio (33), mejor conocido como «Chaquetica», azotes del barrio Cruz Verde, cerraban la puerta, gritaron desesperados: «¡Déjennos salir, por favor!». Afuera de la habitación, los maleantes buscaron un mecate para asegurar la cerradura, una vez perpetrado el crimen huyeron sin dejar rastro.
Cuando el humo comenzó a salir por la ventana, los vecinos se acercaron para saber qué ocurría, entraron a la casa, derrumbaron la puerta de la habitación. La escena no podía ser peor, justo ahí encontraron a los adolescentes envueltos en llamas. Buscaron agua y los apagaron, ya era tarde, Jhonatan tenía el 80 por ciento del cuerpo carbonizado y Guadalupe el 100 por ciento, respiraban con dificultad, «los quejidos de dolor partían el alma», el olor a carne quemada se esparció por el lugar, acotó uno de los allegados.
La comunidad unió esfuerzos, levantaron los cuerpos del piso, en un vehículo particular los trasladaron hasta la emergencia del Hospital Universitario de Coro, donde Jhonatan murió al día siguiente, los riñones le dejaron de funcionar. Como las quemaduras de la joven requerían un tratamiento especial, los médicos de guardia dictaron una orden de traslado al Hospital Coromoto en Maracaibo.
Tras permanecer 12 días internada en la Unidad de Cuidados Intensivos, la muchacha murió, el pasado martes a las 3.00 de la tarde, las heridas se le infectaron. Sus familiares colocaron la denuncia el mismo día del atentado, funcionarios de la Policía de Falcón se abocaron a dar con el paradero de los antisociales, los hallaron y están detenidos.
NOTIZULIA / La Verdad