El mayor general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, anunció ayer que por órdenes del presidente Nicolás Maduro se inició la segunda fase del Plan Zamora en el estado Táchira, lo que contempla trasladar a dos mil efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y 600 tropas de operaciones militares a esta entidad andina.
La medida encendió la alerta, ya que implicaría el uso de “paramilitares” contra las protestas opositoras en el país, esto según Henrique Capriles, gobernador de Miranda, quien destacó que se pretende dar rienda suelta a civiles armados contra los manifestantes.
“Recuerden señores de la violencia que no están jugando solos. Están contra un gobierno que busca la paz. Nosotros, gobierno bolivariano, no vamos a permitir que la patria venezolana caiga en el caos», dijo el ministro, quien recalcó que la FANB no usa las armas contra los ciudadanos. “No hay fusiles, no hay pistolas. No hay ametralladoras”.
No obstante, Capriles afirmó que maneja información de que en una reunión de tenientes y capitanes de la GNB con el alto mando militar, se decidió usar a grupos irregulares armados para controlar las manifestaciones, debido a que la situación en el país está en una etapa de contención.
“Alertamos a todos los venezolanos que van a salir los grupos paramilitares a contener manifestaciones y protestas. El Gobierno busca con esta fase dos que descansen los funcionarios, esto que estamos denunciando es sumamente grave”, dijo durante su programa por Radio Caracas Radio.
En Periscope, resaltó que esta etapa podría terminar en una guerra civil, como según él, se le conoce a la tercera fase. Subrayó que la orden es facilitar chalecos y armas a estos grupos irregulares para que “hagan lo mejor que ellos saben hacer, que es desastres”.
NOTIZULIA/Laverdad
