Todo ocurrió adentro. Por fuera, la casa lucía intacta, puertas cerradas, sin signos de violencia ni señales de algo alterado, pero por dentro la muerte en pleno mostró su peor rostro. Tenían que conocerlos y saber muy bien los planes de esta familia como para perpetrar una matanza de esta magnitud sin dejar rastros visibles o perceptibles a decir de ruidos que pudieran haber alertado a los vecinos. Adentro, había sangre, muerte, y desorden. Masacraron a una familia por unos cuantos dólares.
El evento conmocionó al municipio Cabimas, en la Costa Oriental del Lago, a 45 minutos de Maracaibo, la capital del estado Zulia, específicamente a los habitantes del sector Las Rosas, muy cerca del colegio Gustavo Fuenmayor y a solo metros de la iglesia de la comunidad.
Los investigadores de la Unidad de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) retrataron aquello y comenzaron la minuciosa tarea reconstructiva del crimen, paso a paso y sin dejar alguna señal de evidencia que aporte información al expediente.
La planimetría mostró un hecho realmente abominable, pues los asesinatos se produjeron en diferentes espacios del inmueble.
Fuentes ligadas a la investigación informaron que la semana pasada, Milton Eduviges Linares Quintín, de 59 años, vendió un vehículo de su propiedad en dólares. Estiman –cifra no confirmada- que se trataría de unos 4 mil dólares, precio por el que pueden vender un vehículo modelo 2000 a 2002 aproximadamente.
La venta serviría para acumular los recursos para emigrar de Venezuela junto con su núcleo familiar quienes vivían con él desde hace varios años en el sector antes descrito. Por las primeras pesquisas se infiere que los delincuentes –número de personas no precisada- ingresaron a la vivienda para robarse los dólares y al ser presuntamente descubiertos, se vieron “obligados” a asesinar a la familia entera para que nadie “cantara”.
En la reconstrucción de la masacre, los sabuesos del cuerpo detectivesco manejan con mucha suspicacia que se trate de “conocidos” o “allegados” a esta familia quienes se convirtieron en asesinos para robarlos, pero no descartan que los Linares Rodríguez hayan sido “pichados” por personas involucradas con la venta o que de algún modo supieran sobre la venta y los planes de Milton. El CICPC está investigando y ya procesan allanamientos e interrogatorios con todos los vinculados. Puede haber sorpresas.
Un hallazgo espantoso
Desde el pasado sábado, amigos y familiares procuraron comunicarse con los Linares Rodríguez infructuosamente. Los teléfonos celulares repicaban sin cesar sin que nadie del otro lado contestara las llamadas.
Tal situación alertó a los allegados. –Algo andaba mal- y atinaron. En vista del “ensordecedor” silencio de sus parientes, se animaron a visitar la casa para saber de ellos y al llegar todo se veía aparentemente normal.
Un familiar relató al detalle a la policía lo que vieron sucesivamente. Comenzaron a llamarles gritando sus nombres y sonando las rejas, pero no había respuesta, preguntaron a los vecinos si sabían algo de sus parientes y éstos dijeron que extrañamente, desde el pasado jueves no sabían nada de ellos, no les habían visto entrar ni salir.
Los parientes alarmados dieron unas vueltas a la casa. Las ventanas estaban cerradas, no había forma de observar hacia el interior, pero de adentro sí salía un olor pestilente. Decidieron forzar la puerta de entrada para quedar estupefactos ante la terrible escena.
Se toparon primero con el cuerpo de Milton, sentado en una silla en la cocina, maniatado, con visibles signos de torturas y un balazo en la frente. Ingresaron a la habitación matrimonial y allí encontraron los cuerpos de Norelba Josefina Rodríguez Pérez y sus vástagos: Andrés Jesús Soto Rodríguez, de 7 años y Diego Alejandro Soto Rodríguez –Sin edad precisada- Los tres estaban decapitados, maniatados y con visibles heridas punzo penetrante producida por arma blanca.
Por lo detallado, solo se produjo un disparo, que fácilmente pudo no ser escuchado si el arma contaba con un silenciador, lo demás fueron golpes y heridas por arma blanca lo que acabó con esta familia.
Los dólares no estaban en casa. La policía no ha informado si de casa se llevaron algunas otras pertenencias.
Los parientes de los Linares Rodríguez dieron parte a las autoridades. Efectivos de PoliCabimas llegaron al lugar para resguardar la escena del crimen hasta que hiciera presencia la Unidad de Homicidios.
La investigación está en curso. Todos son inocentes, pero también sospechosos. La policía no descarta que los asesinos sean personas cercanas al grupo familiar.
Cabimas entero amaneció consternada por este abominable crimen.
Redacción Notizulia
