¡MUERE CUPIDO! Cortejar en la hiperinflación venezolana

¡MUERE CUPIDO! Cortejar en la hiperinflación venezolana

No había momento más esperado por una parejita de enamorados que el llamado Día de San Valentín, el Día de la Amistad y el Amor, donde desde el más pobre hasta el más rico tenía la opción de lucirse cortejando a su media naranja. Desde una tarjetica con unos dulcitos y un peluche económico hasta una rica noche en un buen hotel, previa visita a la discoteca donde se baila, se bebe y se la pasa bien, todo eso quedó en el olvido. La crisis, cual monstruo devorador le quitó toda opción a los sectores sociales medio y bajo. Solo los adinerados pueden cortejar en Venezuela y celebrar un día más comercial que otra cosa, pero que socialmente no podemos pasar por alto. En este rico país petrolero sudamericano, la crisis mató a Cupido.

Neida Herrera, de 42 años, quien tiene a su hija Neiger, de 18, recuerda lo variado y “rico” que se pasaba en su época de moza un 14 de febrero. “Ufff, teníamos para todo. Yo tuve muchos novios y siempre una ida al cine, un perfume, una salida a la disco o al hotel era algo que para quien trabajaba lo podía costear sin problema alguno. Mis 14 de febrero eran los mejores. Una vez me llevó a La Puerta, la pasamos rico todo el día, eso en términos de plata representaba su gasto, pero se podía hacer, porque quien trabajaba y ahorraba podía perfectamente darse sus gustos”.

Para Neiger, la cosa es diferente: “Se sufre –sentencia la jovencita- no podéis salir sin cobres (dinero). No hay efectivo para los taxis ni las busetas, ni el metro y para los taxis no alcanza, porque las carreras son impagables. Yo no le pido nada a mi novio, no sé que me va regalar este año, al menos que esté conmigo y me de un caramelo ya es suficiente. Pensar en ir al cine es imposible, una entrada pasa de los cien mil y luego ¿qué vas a comer, vais a pasar hambre? Mi novio sufre porque no tienen carro y aquí (en Maracaibo) el que no tiene carro está jodido, simplemente es un gallo”.

Economía asesina

María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio explica que “mientras la distorsión económica marcada por el control cambiario y la ineficiencia de una política monetaria acertada por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), sigan incidiendo en el incremento abrupto y desenfrenado de los precios y la persecución absurda de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), más comercios cerrarán, menos clientes podrán comprar o disfrutar de algún servicio y más infeliz será el ciudadano”.

Alexis Villasmil, administradora de una cadena de moteles muy famosa en Venezuela, señala que desde el año 2016 vienen cayendo en picada la visita de clientes. “El año pasado cayó en un 60 por ciento la visita de clientes a los moteles, la crisis alejó a muchas parejas de los establecimientos, solo clientes fijos que tienen mucha plata son los que frecuentan estos espacios”.

Precios para morirse

Amor con hambre no dura, frase popular que desnuda una verdad en Venezuela. ¿Pero cómo hacen los novios superhéroes venezolanos para cortejar en esta crisis hiperinflacionaria? Son merecedores de una estatua en el Paseo de las Estrellas ya veremos por qué.

Actualmente, los precios de una entrada al cine en Cinex del Centro Galerías Mall de Maracaibo se ubica en 230 mil bolívares la sala 2D, 400 mil bolívares en la sala VIP y 460 mil bolívares en la sala 3D, precios colgados por el portal web www.fandango.lat/ve Para Cinex Lago Mall, el costo aumenta a Bs. 710 mil la sala 2D y 815 mil la sala 3D.

A ese costo debes sumarle al menos un par de vasos de Cocacola y unas cotufas, ambas cosas superan fácil los 150 mil bolívares.

La tarifa más económica de una carrera en taxi no baja de 100-130 mil bolívares. Una carrera desde la urbanización Richmond, zona sur de Maracaibo hasta Galerías, en la avenida La Limpia oscila en Bs. 180 mil y dela Richmond a la Plaza de La República son Bs. 300 mil, imaginemos entonces una carrera desde la Richmond hasta Lago Mall o Sambil, fácil roza los 500 mil bolívares que al agregarlo al costo de una entrada al cine –y por lógica vas a comprar dos- y a las cotufitas y el refresco, ya pasaste hace rato el millón de bolívares, que hacerlos en Venezuela cuesta Dios y su ayuda cuando eres un empleado que depende uno y hasta de dos salarios.

Los arreglos florales, muy apreciados por las damitas, se sitúan entre los 918 mil a los 4 millones de bolívares. Las tortas varían de entre 670 mil a 3 millones de bolívares. Un perfume para damas está entre 700 mil y 6 millones de bolívares. Una caja de chocolates Savoy en sus versiones Samba, Toronto o Carré puede pasar de los 400 mil bolívares, una barra de Samba cuesta 80 mil bolívares, un Cricrí, 65 mil bolívares. La lata de Pirulín de 300 gramos está en Bs. 1 millón 450 mil. Los globos metalizados del amor se ubican entre Bs. 114 mil y Bs. 150 mil.

Una noche en un reconocido hotel con nombre árabe en Maracaibo o Caracas te vale al precio de hoy 58 dólares (las ofertas son en dólares, pese a que la moneda del país es el bolívar) eso al cambio son 13 millones 228 mil 258 bolívares.

Una entrada a una tasca puede estar en Bs. 500 mil y de ahí te descuentan parte del consumo. Un balde de cerveza de doce unidades podría venderse entre los 500 mil y el millón de bolívares.

Un afiche del Día del Amor y la Amistad de 50 x 22 fácil se ubica entre 50 mil y 80 mil bolívares, pareciera lo más accesible al golpeado bolsillo del venezolano.

Traumas psicológicos

La psicólogo Sandra de la Hoz explica que la crisis económica ha generado conflictos existenciales en las parejas jóvenes y no tan jóvenes con un incremento de manifestaciones patológicas entre 2016 y 2017.

“Ciertamente hemos tenido incremento de personas que acuden a los consultorios por cualquier sintomatología psicológica y al momento de tratar al paciente, en su mayoría joven, llegamos a que la raíz del problema es la imposibilidad de responder en términos económicos a las exigencias socioculturales de nuestra sociedad en fechas clave como Día del Amor, Día de la Madre, Día del Niño, etcétera. Muchas rupturas de parejas jóvenes se han fomentado porque la cultura del consumismo a la cual estamos acostumbrada no se casa con una crisis como la que estamos padeciendo y eso genera desequilibrios en las personas que sienten impotencia”.

La psicólogo agrega que “nadie se prepara para una crisis y todos solemos rechazar los cambios cuando estos nos golpea en nuestras preferencias. La gente debe armarse de valor y reforzar su autoestima para poder canalizar estas etapas críticas y que no se conviertan éstas en cuadros de desequilibrios existenciales, depresiones, mal humor, tendencia al aislamiento, soledad. Ante la crisis hay que buscar el equilibrio emocional y estar espiritual y mentalmente preparados, suena fácil, pero no lo es y menos en una sociedad como la nuestra, es la cruda realidad”.

Una sugerencia, un consejo

De la Hoz refiere que de las crisis se sobrevive y se refuerzan personalidades o sencillamente se sucumbe: “Quienes acostumbraban a derrochar y a gastarse la quincenita en ‘culitos’ o en engalanar con regalos a su pareja y ahora no lo pueden hacer por incapacidad económica deberán entrar en razón y consensuar con su pareja para que ambos sepan seguirse amando, si es el caso, aceptando que se vive en crisis y que hay que priorizar. Para eso hace falta mucha madurez mental y mucha fuerza de voluntad, pero además debe sobresalir la capacidad creativa de cada quien de poder hacer sentir bien al ser amado sin derroches, es cuestión de ponerle cerebro y sentimiento a los planes. Tendrán que volver las cartas hechas a mano, tendrán que volver las expresiones de cariño cara a cara, tendrán que buscar detalles agradables al alcance del bolsillo, hay mucho de dónde agarrarse”

 

No obstante, la psicólogo advierte que “si las personas son banales y superficiales, con poca madurez y poco criterio para pisar tierra y enfrentar con entereza y creatividad su realidad, chocarán de frente con muchos obstáculos y quizá no se levanten nunca”.

Redacción Notizulia 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *