OVV: «Venezuela ofrece muerte a sus jóvenes»

El Observatorio Venezolano de Violencia publicó un informe para destacar la violencia en la Nación, todo esto cuando se conmemora el Día de la Juventud. El estudio señala que la mayoría de las muertes violentas en Venezuela tienen como víctimas a adolescentes y jóvenes de entre 12 y 29 años de edad.

Para el año 2017, las cifras de adolescentes y jóvenes que murieron de forma violenta, fue de 15 mil 890, donde 12 mil 553 fueron por homicidios y tres mil 337 fueron por resistencia a la autoridad. Corresponde todo esto al 60 por ciento de muertes violentas en todo el país.

Esta realidad que califican de fatal es aceptada por la mayoría de los ciudadanos como algo “normal”, precisa el estudio.

Padres, madres, y familiares de los jóvenes que a diario fallecen, piden que se realicen programas o políticas que estén predestinados a luchar contra la violencia, resolver sus causas o garantizar de alguna manera la protección de la población.

Ser joven en Venezuela significa vivir con un temor de morir por causas violentas, ya que la situación de inseguridad y violencia tiene un impacto mayor en la juventud. “Están matando a los jóvenes, principalmente a los hombres, mayoritariamente a los pobres. Los mata la delincuencia, o los mata la actuación de funcionarios de un Estado que, enfocado en políticas belicistas y violatorias de derechos humanos, parece haber renunciado a la prevención del delito y a la contención delictiva”.

La OVV explica que, cada año esta tendencia se ratifica y no se toman decisiones o políticas públicas que ayuden a detener la situación. Los adolescentes y jóvenes desafían el desabastecimiento y escasez de alimentos, pobreza, precariedad de servicios básicos -agua, transporte, luz-. “Por primera vez en la historia,  enfrentamos la horrorosa realidad de que podemos ver adolescentes y jóvenes buscando comida en la basura, e incluso, prostituyéndose para llevar el pan de cada día a sus hogares”.

Los jóvenes dejan de estudiar para salir a buscar algún tipo de ingreso que ayude en casa. Se preocupan por que sus padres cada día comen menos para darles a sus hijos, otros dejan de comer para que coman sus hermanos, y muchos toman la decisión de irse a otro país, para que luego de conseguir un trabajo puedan ayudar económicamente a sus familiares en Venezuela.

Pero los jóvenes que no toman estas riendas, son los más propensos a convertirse en posibles victimarios y son herramientas para la delincuencia organizada. Dentro de las comunidadesdomina la ley que imponen los grupos criminales, ante la ausencia de las autoridades. Las cifras de la OVV señalan que el 60,7 por ciento de los victimarios tienen unan edad menor a los 30 años y el 34,5 por ciento de este grupo tiene entre 20 y 24 años de edad.

“Las bandas armadas crecen y se fortalecen incorporando a adolescentes en sus actividades, con amenazas, extorsión y engaño, pero también brindándoles la comida, el dinero y las oportunidades que las familias no pueden garantizar. El aparente éxito y poder de los jóvenes armados atrae a adolescentes que ven en el delito un camino accesible a la riqueza fácil, o a ingresos que no son percibidos por quien vive honestamente de su trabajo diario”.

 

De acuerdo con el informe del Observatorio Venezolano de Violencia, “el Estado es responsable de garantizar sin más demora, políticas y programas públicos que reconozcan a los jóvenes como sujetos de derechos y personas corresponsables del desarrollo social”.

NOTIZULIA / Vía La Verdad

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