Regular el uso de las redes sociales. La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) avanza en el desarrollo de este punto a través de la Ley contra los Delitos de Odio, Intolerancia y Violencia. La sola idea desata la polémica entre constitucionalistas y expertos comunicacionales, quienes afirman que la medida únicamente es coincidente con países en dictadura, ya que cercena el derecho universal de libertad de expresión e información.
Alertan que en la gestión del presidente Nicolás Maduro se pretende callar no solo las verdades en relación al Gobierno, sino también toda voz u opinión que tienda a disentir, motivo por el cual lo catalogan como un “zarpazo” a la democracia.
“La regulación de los mensajes de odio y de intolerancia estará incorporado en la ley con fuertes sanciones, el arrepentimiento no exime de responsabilidad. Las redes sociales se han convertido en la plataforma más grotesca y brutal para atentar contra la integridad de nuestro pueblo”, señaló el pasado 22 de agosto, Delcy Rodríguez, presidenta de la ANC.
Cecilia Sosa, expresidenta de la Corte Suprema de Justicia, expuso a La Verdad que la medida “acaba” con la libertad de expresión. “Se está volviendo a la Cuba de los 10 primeros años de dictadura. Hay un aislamiento informativo, pero no es porque se lo están aplicando al Gobierno, sino porque ellos mismos lo aplican».
Afirmó que la ANC habla de odio, pero que “cualquier venezolano se puede sentir odiado por un gobierno que no le garantiza sus derechos, si no tengo el salario básico para cubrir mis necesidades fundamentales”.
Prohibido opinar distinto
Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), refirió que se viola el derecho a opinar distinto, a no comulgar con las ideas “contrarias a los valores democráticos”.
Subrayó que los constituyentes hablan de que no se puede emitir mensajes de odio, “pero cómo vas a decir que hay delito de odio por expresar que estás en desacuerdo con alguna política del Gobierno o porque criticas el comportamiento de la ANC convocada de manera irregular. Eso no se puede calificar como delito de odio. Es subjetivo, además, ¿qué reglamento va a tener?”.
La instancia también se enfoca en el control de los medios de comunicación privados. La constituyente María Alejandra Díaz se refirió específicamente a Venevisión, Televen y Globovisión. Según ella, junto a las redes son los principales “promotores del odio”.
“Quieren crear temor en los medios, en el gremio periodístico y en el resto de los ciudadanos para que no se digan verdades que al Gobierno le molestan que se digan”, apuntó Guía.
Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, indicó que hablan de odio, pero preocupa que haya una promoción de mensajes de este tipo y de calificativos por parte de funcionarios públicos en contra de quienes piensan distinto. “Todo está hecho para que la gente tenga menos información. Es una política represiva. Pretenden victimizar a quienes son victimarios en un proceso de descalificación permanente”.
Países donde bloquean o regulan las redes
China: Twitter y YouTube están bloqueados desde el 2009, luego de una movilización pacífica iniciada por una minoría musulmana que se propagó por las redes sociales. Solo hay acceso a sitios extranjeros en Shanghái y en una intranet, donde el Gobierno regula todos los contenidos e impide voces opositoras.
Irán: Las redes están bloqueadas desde el 2009, pero hay 11 millones de internautas porque encontraron “filtros” para acceder.
Vietnam: Se puede acceder, pero están prohibidos los comentarios contra las autoridades.
Pakistán: YouTube está prohibido desde el 2012 porque la empresa se negó a retirar material que las autoridades de esa nación consideran un insulto al islam.
Corea del Norte: La negativa de acceso a Internet es total.
Eritrea: Solo cuatro por ciento de la población tiene Internet, y de estos no todos tienen acceso a las redes. Hay una gran cantidad de sitios bloqueados.
Cuba: No se permiten ni Twitter ni Google. Publicar información es casi imposible.
Otros países: Siria, Emiratos Árabes, Libia, Tayikistán y Afganistán han bloqueado, en distintos momentos y de manera selectiva, los servicios de Internet, así como las redes sociales.