Rusia 2018: Imponentes, históricas, míticas y modernas sedes

Rusia 2018: Imponentes, históricas, míticas y modernas sedes

Vacílate las sedes que ofrece Rusia para el Mundial 2018. Impresionantes ciudades llenas de historia, cultura y tradiciones con unas vanguardistas e imponentes infraestructuras deportivas dignas de la época futurista de hoy. El portal National Geographic publicó las mejores imágenes para que no pierdas detalles.

Con el mapa de ubicación de las doce sedes, las imponentes fotografías de los estadios rusos:

Estadio Luzhniki, Moscú (81.300 espectadores)

Es el estadio con más capacidad de Rusia. Como sede principal, en él se jugará la gran final, además de  4 partidos en la fase de grupos, uno de octavos de final y semifinal. Moscú es la única sede con dos estadios en el Mundial de Rusia. Éste se conocía durante la época soviética como estadio Central Lenin. Se encuentra a unos 5 kilómetros del Kremlin. Precisamente, el Kremlin y la Plaza Roja, con el mausoleo a Lenin, son dos de los iconos artísticos de la capital de Rusia.

 

Estadio Fisht, Krasnodar (48.000 espectadores)

La selección de fútbol española jugará su primer partido aquí. Y lo hará contra Portugal en uno de los estadios del Mundial de Rusia de arquitectura más espectacular. Eso sí, le costará unos cuantos kilómetros en desplazamientos: Sochi, entre las montañas nevadas del Cáucaso y el mar Negro, es la sede que está más al sur de todas. Por el contrario, el entorno que les aguarda es espectacular, con vegetación subtropical abundante, lagunas con aguas sanitarias y playas de arena para pasear.

Estadio de San Petersburgo (o Estadio Krestovski)

En el momento de su inauguración, era el estadio de construcción más costosa del mundo. En él se jugarán cuatro partidos de fase de grupos, octavos de final, semifinal y tercer puesto. Con una infraestructura de atención al turista especial, el seguidor que acuda a la más imperial de las ciudades rusas lo tendrá todo para una estancia cómoda. San Petersburgo es la ventana de Rusia a Europa. Y eso se nota, en su diseño, restaurantes, tiendas y cultura. Imprescindible: entre regate y regate, el Museo del Hermitage.

Rostov Arena, Rostov del Don (43 700 espectadores)

Como indica su propio nombre, por la ciudad pasa el río Don. Su estadio, construido para albergar el Mundial de Rusia, homenajea al río en la forma de su cubierta, que imita los meandros del Don. De aquí era el premio Nobel de literatura Mijaíl Aleksándrovich Shólojov, quien, destacó especialmente con “El Don apacible”, una novela épica en cuatro tomos que se centra en los Cosacos del Don durante la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa y la Guerra Civil Rusa. Sus cuatro tomos pueden entretenernos durante el viaje a Rusia.

Volgogrado Arena, Volgogrado (45.500 espectadores)

Muchos la conocen aún con uno de sus antiguos nombres: Stalingrado. De hecho, la ciudad cambia de nombre nueve días al año en recuerdo a los acontecimientos de una de las batallas más sangrientas de toda la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente, cualquier enfrentamiento durante la Copa Mundial de la FIFA se resolverá en el campo de juego de este estadio con el tejado atirantado más grande de Rusia. Su fachada cónica no es menos espectacular. Un plan imprescindible: contemplar la espectacular estatua «la Madre Patria» (87 metros de altura), que conmemora la Batalla de Stalingrado, con la ciudad de fondo.

Ekaterimburgo Arena, Ekaterimburgo (42.500 espectadores)

Es la cuarta ciudad más poblada de Rusia. Se encuentra en el sector asiático, en la parte oriental de la cordillera de los Urales. Su estadio se inauguró en 1957 y ahora se ha remodelado para convertirse en sede del Mundial 2018 de Rusia. La ciudad es recordada por el magnicidio contra el zar Nicolás II y a su familia en 1917. Los seguidores que lleguen a la ciudad, no pueden perderse la Iglesia sobre la Sangre, construida donde estuvo la Casa Ipátiev, en cuyo sótano fue asesinado el zar Nicolás II de Rusia.

Estadio de Nizhni Nóvgorod, Nizhni Nóvgorod (45.000 espectadores)

En la confluencia de los ríos Volga y Oká, esta ciudad es una de las escalas fundamentales de los cruceros que recorren el Volga. Hasta 1990 llevó el nombre de Gorki, en honor al escritor y político Alekséi Maksímovich Peshkov, conocido por el pseudónimo Máximo Gorki. El estadio está decorado con los colores azul y blanco, en referencia al agua y al viento de la zona del Volga. Una curiosidad: Nizhni Nóvgorod tiene su propio Kremlin, el corazón histórico de la ciudad. Sin duda, será una de las visitas imprescindibles de los seguidores que acudan a esta sede a ver a sus equipos jugar.

Estadio de Kaliningrado, Kaliningrado (35.000 espectadores)

La selección de España jugará aquí contra la de Marruecos. Si nos fijamos en el mapa, esta sede está aislada geográficamente del resto de las del Mundial, con Lituania y Polonia por medio. El estadio es de nueva factura y se ha construido en la isla de Oktyabrsky, a orillas del Río Pregolya. Está diseñado para que después del Mundial 2018 de Rusia se puede adaptar fácilmente a las necesidades de la población; por lo que pasará de los 35.000 espectadores de capacidad a poco menos de 20.000. Imprescindible visitar el bello centro histórico y la Catedral de Königsberg, de estilo gótico. No hay que sorprenderse de su nombre, pues Kaliningrado fue fundada con el nombre de Königsberg en 1255 por el rey Otakar II de Bohemia. De hecho, durante la Edad Media, fue miembro de la Liga Hanseática. No fue hasta el final de la Segunda Guerra Mundial que quedó anexionada a la Unión Soviética. El filósofo Immanuel Kant nació aquí.

Mordovia Arena, Saransk (45.000 espectadores)

Esta es la sede más pequeña de la Copa Mundial de la FIFA. Saransk es la capital de la república de Mordovia. El skyline de la ciudad es una extraña combinación de edificios históricos de los siglos XVII y XVIII junto a los característicos bloques de edificios de hormigón de la época soviética. Durante la época soviética fue un de las secretas “ciudades cerradas”, pues en ella se ubicaba una importante base militar del ejército. El estadio está situado en la parte central de la ciudad, con cómodos accesos peatonales desde los lugares más importantes de la ciudad. Su colorida fachada está decorada con motivos de mitos y leyendas antiguos de los mordvinos.

Kazán Arena, República de Tartaristán

Otro de los estadios que verán jugar a la selección española. El Kazán Arena está en la capital de la República de Tartaristán. Fue diseñado por la empresa especializada en instalaciones deportivas responsable de estadios tan importantes como el estadio Emirates y el estadio Wembley de Londres. A vista de pájaro tiene forma de un lirio de agua. La ciudad está constituida por dos distritos separados por el canal Bolaq y el lago Kabán: uno ruso y otro tártaro. De imprescindible visita para los seguidores, el complejo histórico y arquitectónico del Kremlin de Kazán, construido por Iván el terrible, que es Patrimonio de la Humanidad.

Otkrytie Arena, Moscú

Como no podía ser menos, una ciudad superlativa como ésta, debía contar con dos estadios para la Copa Mundial de la FIFA. Es el caso del Otkrytie Arena, también conocido como estadio Spartak (acoge desde 2014 al Spartak de Moscú, uno de los clubes de fútbol más populares de Rusia). Los seguidores que acudan a Moscú descubrirán en esta a una ciudad construida a escala de los vehículos. Igualmente, no le faltan motivos para justificar un viaje: el Kremlin, la Plaza roja y la icónica Catedral de San Basilio, museos y lugares curiosos como GUM, o «Principales Tiendas Universales», que en su día fueron unos grandes almacenes de la Unión Soviética y hoy albergan algunas de las tiendas más lujosas de Rusia.

Samara Arena, Óblast de Samara

Al suroeste de Rusia, en el distrito federal del Volga, la ciudad de Samara fue fundada por el zar Fiódor en 1586. Fue floreciente como centro de comercio de grano para la región del río Volga. Más tarde pasó a ser conocida como la capital de la industria aeroespacial y militar del país. Algo que el diseño del estadio recuerda con su espectacular cúpula de cristal ultraligera a modo de cubierta. Sin duda, durante los días de finales de junio en los que el estadio albergará los partidos de fase de grupos, los aficionados se refrescarán en las playas de la ribera del Malecón de Samara. Otros lugares de interés son el búnker de Stalin, diseñado con todo lujo, el monumento a «la Trabajadora espacial», o más curiosos, la antigua fábrica «Cerveza Zhigulióvskoe».

NOTIZULIA / National Geographic España

 

 

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