Fernando Sierra, entrenador del equipo benjamín del Club Defensor de Maldonado (Uruguay), secuestró y asesinó el pasado sábado a un jugador de 10 años.
El cadáver del niño Felipe Romero fue hallado con un disparo en la cabeza junto al cuerpo del asesino, que posteriormente se suicidó de la misma forma en la sierra de Villa Serrana, a 150 kilómetros de Montevideo.
«El adulto estaba de espalda al suelo y el niño, boca abajo, semiabrazando al hombre con su cabeza cerca de su pecho», informó BBC Mundo.

La víctima era hijo de Luis Romero, ex jugador de Peñarol. Según los resultados de la autopsia, el asesino sedó y abusó sexualmente del menor antes de dispararle.
«Felipe era uno más de la familia, se quedaba, jugaba, pasaba días o semanas acá. Le dijimos a Fernando que no se encariñara mucho porque él no era el padre biológico», declaró un familiar del niño al canal televisivo uruguayo Telemundo.

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