Nada más se ha sabido del caso que desde el 4 de marzo tiene en vilo a la colectividad. La misteriosa desaparición de la joven estudiante de 18 años, María Gracia Reyes Sanjuan, cursante de la carrera de Artes Plásticas en La Universidad del Zulia (LUZ) quien fue vista por última vez en el comedor universitario poco antes de la 1.00 de la tarde del día jueves 1 de marzo cuando del lugar partió “rumbo al centro de Maracaibo” donde sostendría una “entrevista de trabajo” con un ciudadano de nacionalidad árabe.
El caso apunta hacia un desenlace prolongado. Ya el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) debe manejar la hipótesis del secuestro en lugar de una simple desaparición.
Los familiares de María Gracia están expectantes y con el alma en un hilo tras no saber nada de su pariente, de la cual aseguran, es incapaz de tomar una decisión de “escapar” de casa con cualquiera sin decir nada.
El hermetismo comienza a mostrarse. No se sabe a ciencia cierta si el señalado árabe con el cual María Gracia se entrevistaría el día que desapareció se ha comunicado con sus familiares. La prensa difícilmente pueda saberlo a menos que los familiares o algún informante ligado con la investigación lo haga saber y no ha ocurrido.
Del entorno familiar de María Gracia no se sabe mucho. Solo Judith Sanjuan Fernández, madre de la joven desaparecida ha sido quien ha declarado. El padre de María Gracia no ha salido con ella, ni ha declarado al respecto, pero se sabe, o por lo menos trascendió que el famoso árabe desconocido con quién se supone que estaría María Gracia, es un conocido del progenitor de la muchacha.
El primer día que el caso se ventiló por los medios, familiares de Reyes Sanjuan, entre ellas una hermana de nombre Nathaly y luego la señora Sanjuan Fernández recalcaron que el papá de María, quien tiene una venta de jugos en el centro de Maracaibo, conocía al árabe, porque éste iba al puesto regularmente a tomarse su respectivo refresco natural y en una de esas visitas del árabe al puesto del señor Reyes, se ventiló el tema del supuesto trabajo que el árabe estaría ofreciendo por los cuidados de un hijo del cual tampoco se habla mucho, porque luego, se supo que el hijo que conoció la primera muchacha que asistió a la entrevista con el árabe era un muchacho de 19 años.
Solo el CICPC maneja a profundidad los elementos que rodean al entorno social de la joven desaparecida y de los eventos sucesivos posteriores al día de la desaparición, pero desde luego, no revelan detalles por cuanto así lo exige el protocolo en este tipo de investigaciones.
La comunidad universitaria, por su parte, sigue expectante en relación con la desaparición de la bella estudiante. Sus compañeros de la Facultad Experimental de Artes (FEDA) manifestaron para exigir celeridad y claridad en el caso. El Consejo Universitario de LUZ del pasado día miércoles, aprobó por unanimidad solicitar a las autoridades redoblar los esfuerzos de búsqueda y no desmayar en dicho proceso.
Amigos, compañeros, profesores y conocidos a través de las redes sociales han difundido fotos de la chica y unos números telefónicos contacto para cualquier persona o institución que pueda ofrecer información o haya visto a la joven. Estos son: 0414-640.74.91/ 0426-063.07.01 / 0416-862.59.66.
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