16 centros educativos del Zulia albergan el mayor tráfico de drogas del estado

El uso de sustancias lícitas e ilícitas en planteles educativos marabinos pareciera una realidad común entre los estudiantes. Los estupefacientes, en especial la marihuana, se pasean por los pasillos de las instituciones educativas, reflejando el alto consumo que de estas sustancias hacen niños, niñas y adolescentes.

Daniel Boza, secretario de Prevención Ciudadana del Zulia, apuntó que, apenas el año pasado, realizaron un estudio en 16 centros educativos de la entidad. En el instrumento de evaluación incluyeron 50 ítems que midieron el tema del consumo de estupefacientes.

“Aunque la cantidad de escuelas no fue representativa, el 60% de los estudiantes (de una muestra de 1.600) afirmó haber consumido en algún momento marihuana”, precisó.

Para Boza, los factores de riesgo social –como la desigualdad, el estrés y los problemas económicos– propician las adicciones.

Pero, Adán Rincón, director general de la Asociación Venezolana Especializada en Prevención, considera que en el hogar es donde surge el problema. “La desatención en casa y la soledad son uno de los motivos más frecuentes”, aseveró.

Apuntó que el uso de teléfonos inteligentes en edades inadecuadas (8-9 años) y los juegos de video sin límites son adicciones que anteceden a la ingesta de sustancias prohibidas. En consecuencia, invitó a los padres a ofrecer a sus hijos tiempo en cantidad y calidad, así como establecer límites en casa.

Emilio Gutiérrez, estudiante de 12 años, sin ser consumidor, ya conoce bien de cerca esta droga. “En el liceo, los chamos de cuarto y quinto año fuman todo el tiempo en la parte de atrás, que está abandonada. También lo hacen en los baños y hasta en los mismos salones. Aprovechan los recreos, horas libres o simplemente se quedan afuera. Se cuidan de que no los vean, pero todos nos damos cuenta; los vemos y nos llega el olor que es muy fuerte”, relató a este diario.

Lo que más agrava esta situación es que no se trata solo de consumo ilegal, sino de microtráfico dentro de las instalaciones de este plantel ubicado al oeste de Maracaibo. Gutiérrez aseguró que algunos venden por su cuenta y otros están organizados en una banda. Por si fuera poco, personas que no pertenecen al lugar, con solo saltar la cerca, se colan en el “negocio”.

“Les ofrecen a todos los estudiantes de bachillerato, pero a los de primaria no. Hace unos días, los profesores le encontraron marihuana en el morral a una compañera (de séptimo grado). La llamaron a la dirección, citaron a su mamá, pero no pasó más nada”, dijo.

Y es que esta droga, considerada por muchos como “light”, inofensiva o medicinal, se encuentra en el primer lugar entre las sustancias tóxicas más consumidas en Venezuela, según precisó Rincón a este diario.

Uno de los referentes estadísticos que ofreció arroja que el 65% de los jóvenes latinos, entre 12 y 18 años, probará marihuana por primera vez antes de diciembre de este año. “De esa cantidad, un altísimo porcentaje pasará a otra droga al cabo de unos años”.

En Maracaibo, un ‘porro’ se puede encontrar en 2 mil bolívares, dependiendo del lugar que lo venda. En otras partes del mundo, como EE UU, se consiguen hasta hasta en 800 y 1.500 dólares porque son el resultado de experimentos químicos que potencian y prolongan el “viaje” de los consumidores.

“El uso de drogas no es un problema escolar, sino social. El que consume lo hace en la escuela, en el club, la plaza, la cancha o en su casa. Estos jóvenes buscan alejarse de la gente, por eso los planteles no son los sitios más idóneos”, explicó Rincón.

Pero, ¿qué se puede hacer en los colegios para evitar que los niños y jóvenes caigan en las redes de este vicio? La respuesta de todos los especialistas consultados coincidió: prevención, en lugar de prohibición.

“En primer lugar, se deben instaurar programas de prevención de adicciones, dirigidos no solo a los jóvenes, sino a los padres y los profesores, porque hay un desconocimiento general de la materia”, recomendó Rincón.

Mientras que el secretario Boza sostiene que la promoción del liderazgo positivo dentro de los planteles da muy buenos resultados. “Hicimos una prueba piloto en algunos colegios a través de una competencia de música. Participaron los estudiantes mala conducta, hicieron mezclas bien interesantes, se divirtieron y al final se convirtieron en líderes positivos”, manifestó.

Por su parte, la autoridad única de Educación del Zulia, Neuro Ramírez, señaló que, a través la División de Comunidades Educativas y Unión por el Pueblo, trabajan para reforzar la orientación de los adolescentes y el resto del personal. También instó a realizar las denuncias pertinentes para sancionar el microtráfico escolar de drogas.

 

NOTIZULIA / Panorama 

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