El exministro de Finanzas de Hugo Chávez, economista Rodrigo Cabezas, se desmarcó de la forma en la que el gobierno de Nicolás Maduro lleva la economía venezolana y criticó el «dogmatismo estéril» y la «miopía dogmática» de su política económica.
En entrevista con la BBC Mundo, el profesor universitario señaló que el gobierno pisa sobre un piso «frágil» desde el triunfo el domingo en las presidenciales.
¿Cuál es el principal talón de Aquiles de la economía venezolana?
Sin ninguna duda es la hiperinflación. Es inédita para los venezolanos. Es una tragedia social que el gobierno no reconozca la hiperinflación y no convoque al país nacional a superarla. Es urgente, por razones humanas y económicas, detenerla. Si el gobierno y el Banco Central de Venezuela (BCV) continúan en la omisión, la hiperinflación puede fácilmente superar al mes de diciembre, el 60.000%.
¿Qué provocó que Venezuela entrara en hiperinflación?
La hiperinflación la han creado los gobiernos desde la esfera monetaria y cambiaria. En Venezuela registramos un incremento de la oferta monetaria desbordante en niveles inauditos, a tal punto que saltó de cuatro billones de bolívares en enero de 2016 a 422 billones en marzo de este año, en el momento que cae el Producto Interno Bruto, las exportaciones petroleras y la recaudación interna.
¿Cuál sería su receta económica para solventar esta crisis?
Lo primero que deberá hacerse son los cálculos para estimar y acordar el anclaje cambiario; segundo, prohibir al BCV que emita dinero inorgánico electrónico; tercero, suspender el control cambiario e ir a un tipo de cambio fluctuante donde el BCV concurra como un ordenador del mercado, con despenalización total de la compra-venta de títulos y otros instrumentos financieros; cuarto, fijar las metas de inflación en correlación o ligadas con el programa de consolidación fiscal y; quinto, una política referida a las tasas de interés y manejo de deuda que puedan sostener el nuevo tipo de cambio.
¿La política cambiaria favoreció la crisis?
La política cambiaria adelantada por este gobierno fue el detonante mayor. Al no corregirse a tiempo el gigantesco diferencial cambiario de hasta tres precios oficiales del dólar, se destruyó la conformación de estructuras de costos en la industria, agroindustria y el comercio importador. Al agudizarse la inflación desde 2015 reclamamos que se hiciera una corrección o simplificación cambiaria para detener la corrupción entorno al dólar oficial más barato y evitar la apreciación del tipo de cambio que encarecía las importaciones. Esas voces no fueron escuchadas.
¿Se siente usted corresponsable de la crisis?
Dejé de ser ministro de Finanzas hace más de diez años. Nunca más participé de decisiones económicas del Estado. Todas mis observaciones críticas y advertencias desde la ciencia económica fueron desatendidas, desestimadas y descalificadas con el mote de que eran planteamientos neoliberales.
¿Cree que el presidente Chávez hubiese tomado decisiones económicas diferentes a las actuales para salir de la crisis?
No es posible saberlo. Sería una especulación interesada. Lo recuerdo en una llamada desde su convalecencia en Cuba, en junio de 2011, pidiéndole a la dirección de su partido que le ayudara en el tema de la «viabilidad fiscal de la revolución». Quizás habría renovado y actualizado sus posturas frente a una crisis. Es posible.
¿Qué opina de la nueva reconversión monetaria decretada por el gobierno para mediados de este año? Usted condujo una hace 11 años.
Escribí un artículo alertando sobre omisiones de esta reconversión que pudieran causar gravísimos inconvenientes de efectivo a partir del 4 de junio. Lo sensato es diferirla para el 1 de enero de 2019. Ahora, no discuto la necesidad de un ajuste en el cono monetario que corrija las distorsiones en el sistema de pagos y cómputos, pero la reconversión no tiene sentido si no se coloca adelante el objetivo de detener la devastadora hiperinflación. En menos de tres meses, requeriremos billetes de mayor denominación. Supongo que el directorio del BCV lo informó al alto gobierno.
¿Cómo valora la reelección del presidente Maduro y el proceso de votación del domingo, tildado de ilegítimo por los otros candidatos y por una veintena de naciones?
En los últimos 18 años es el resultado electoral que genera un gobierno con un piso político y social muy frágil. Imposible ocultar la abstención de la mayoría venezolana. Ese es el dato histórico, por inédito.
NOTIZULIA / BBC Mundo