Cicpc: El bebé del noroeste murió por sofocación, no presentó hematomas

Los gritos desgarradores de Eva Montiel alertaron a la familia: “¡Se murió mi hijo, se murió!”. En un chinchorro estaba inerte Johandry Morales, su bebito de 3 meses y el menor de cuatro hermanos.

“Los resultados de la necropsia arrojaron que el nené falleció por asfixia mecánica por sofocación. No presentó   hematomas,   ni otro signo de violencia”, informó una fuente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas  (Cicpc), ayer.

La fuente acotó: “Se trató de una negligencia  por parte de ambos padres que llegaron ebrios a la casa y se acostaron a dormir encima del bebé en el chinchorro. En la mañana al despertarse se percataron que estaba muerto entre ellos”. 
 
La muerte se  registró el   lunes cerca de las 6:00 de la mañana. En cuerpo quedó  en la sala de la humilde vivienda, ubicada en la calle 12 A del barrio San Bernardo,  en Idelfonso Vásquez.  

Tanto la madre como el padre, Jhonny Javier Morales, quedaron detenidos y fueron trasladados hasta la policía científica. En las primeras horas de la investigación se manejó la hipótesis de que Johandry había sido  asesinado por su padre, pero fue descartada tras los resultados forenses.   
  
Ayer, parientes de Eva aseguraron que ella, presuntamente, era víctima de violencia doméstica. 

“Él le  pegaba a mi hermana para obligarla a beber licor. El viernes llegó a la casa y la golpeó porque Eva se negó. Tomaron ron hasta el domingo, pero el lunes en la madrugada pelearon porque Jhonny no le pasaba  (manutención) al bebé”, contó Oswaldo Montiel, tío del pequeño.   

Se tiene previsto que Morales y Montiel sean presentados hoy ante los tribunales por la muerte de su hijo.
  
La familia de Morales afirmó ayer,  en visita a este rotativo,  que “él siempre velaba por la integridad del bebé y estaba en shock por su muerte, por lo que jamás trató de huir”. 

Fátima Morales, tía de la víctima, indicó: “Sabemos que se trató de una imprudencia, pero que no solo cometió mi hermano, sino también la mamá; y queremos dejar en claro que Jhonny nunca le haría daño a su pequeño. Este es un dolor grande porque ese niño también era nuestra familia”.

El pequeño fue velado, ayer, en la misma sala donde murió. En una  urna artesanal,  sin tapa, y cubierto con una sábana blanca estaba el cuerpo. La pusieron en el mismo sitio donde guindaban el chinchorro verde donde murió el niño. 

Alrededor de él, velándolo,  estaban sus tres hermanos y tíos. Hoy será trasladado hasta la Guajira, donde será enterrado.

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