Las relaciones humanas no conocen de límites y mucho menos cuando entre sus protagonistas no existen valores espirituales, religiosos o sociales bien definidos. En tragedia terminó un trío amoroso de dos hombres y una mujer, todos venezolanos radicados en Colombia, que decidieron dar riendas sueltas a sus fantasías sexuales.
En ese contexto, los amantes decidieron acabar con la vida del esposo legal de la mujer y así consolidar un “amor” de dos.
El hecho sangriento tuvo lugar en el barrio San Antonio, en la localidad de Barranquilla, Colombia.
Los protagonistas: Yareidy Saray Pimentel rosario, de 30 años, Javier Alexánder Hernández y un tercer elemento apodado “El Junior”.
Hernández y Saray eran esposos y “El Junior” el tercero, el invitado a la fantasía.
Eran conocidos
Habitantes del sector revelaron que Yareidy y Javier arribaron a Barranquilla hace ocho meses en compañía de sus tres hijos pequeños. No obstante, la dama tuvo encuentros amorosos con “El Junior”.
Los vecinos se dieron cuenta y no se explicaban las razones por las cuales el esposo de la mujer y el amante convivían.
Los mismos vecinos, revelaron que la dama no tenía relación marital con Hernández, por lo cual inició un coqueteo que terminó en sexo con quien ahora es sindicado de asesino.
Un vecino anónimo dijo que “ella metía al novio al cuarto y el marido se salía a ver televisión a casa de alguno de los vecinos cercanos. Cuando le preguntaban los vecinos la razón por la cual aceptaba al amante en su propia casa y frente a sus narices, él respondió que se aguantaba por sus hijos, pues no quería dejarlos solos”.
El desenlace
La humillante escena se repitió una y otra vez hasta que el día sábado, a las 11.00 de la noche, los esposos ingirieron licor y en el fragor de los tragos iniciaron una discusión que se transformó en una pelea que duró poco.
“El hombre (Hernández) salió a buscar comida y eso lo aprovechó la mujer para llamar a ‘El Junior’ y al parecer le pidió que se encargara de cerrarle los ojos a Hernández, porque ya no le aguantaba más los reclamos”, reveló a la policía un testigo del hecho.
Al cabo de unas horas, Hernández llegó a su casa con la comida y el amante, sin mediar palabra, le asestó varias puñaladas por la espalda y luego se escapó por la parte trasera de la casa con ayuda de la mujer.
Una vecina indignada relató que a “El Junior” lo querían linchar: “Ese muchacho (Hernández) era buena persona, un tipo sano, callado, educado y demasiado bueno como para aguantarle tanto a esa mujer”.
Otra vecina tomó el cuerpo ensangrentado del joven ajusticiado y lo acomodó en una mecedora donde agonizó por unos minutos. Ya no había tiempo de hacer nada, allí murió no sin antes decirle a su vecina que “le cuidara a sus hijos”.
El esposo de la vecina que sentó a la víctima en la mecedora acotó que Yareidy no hizo nada por ayudar a su esposo, “quería que se muriera rápido, aquí hay muchos testigos de que ella fue la que lo quiso matar y le dijo a su amante que lo hiciera, es una cobarde, no merece quedarse con esos niños”.
La policía llegó al lugar y el dedo acusador de media comunidad la señaló de coautora del crimen. Fue capturada y llevada a la delegación detenida. Los hijos quedan bajo custodia y la policía está tras la pista del asesino.
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