Este 29 de abril, Venezuela celebra con orgullo el 91.º aniversario del nacimiento de Luis Aparicio Montiel, una leyenda viviente del béisbol y el único venezolano exaltado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas. Nacido en Maracaibo, estado Zulia, en 1934, Aparicio no solo marcó una época en el deporte, sino que también se convirtió en un símbolo de excelencia y perseverancia para generaciones de beisbolistas criollos.
Este día, como de costumbre, los peloteritos de su natal Maracaibo le cantarán el cumpleaños feliz y cortarán un pastel en su honor para desearle felicidad.
En esta ocasión la fiesta será en el estadio La Chamarreta con los jugadores de cuatro equipos de la Pequeñas Liga en formación Judith de Negrette, categorías preinfantil e infantil, que luego de la ceremonia realizarán dos partidos.
En el estadio Alejandro Borges, donde Luis Aparicio recibió las primeras lecciones de béisbol de su padre, «El Grande», también le rendirán homenaje al igual que en el parque Cuatricentenario.
Un legado de gloria
Desde sus primeros pasos en el béisbol profesional con el equipo Gavilanes BBC, Aparicio demostró que estaba destinado a la grandeza. Su debut en las Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago en 1956 fue solo el inicio de una carrera brillante que se extendió por 18 temporadas. En su año de novato, fue galardonado con el premio al Novato del Año de la Liga Americana, un presagio de los logros que estaban por venir.

Aparicio se destacó como campocorto, una posición que dominó con maestría gracias a su velocidad, precisión y visión de juego. Fue líder en bases robadas durante nueve temporadas consecutivas, acumulando un total de 506 robos, y participó en diez Juegos de Estrellas. Además, ganó nueve Guantes de Oro, consolidándose como uno de los mejores defensores de su posición en la historia del béisbol.
Uno de los momentos cumbre de su carrera fue en 1966, cuando se coronó campeón de la Serie Mundial con los Orioles de Baltimore. Su impacto trascendió las estadísticas, inspirando a compatriotas como David Concepción y Omar Vizquel, quienes siguieron sus pasos en las Grandes Ligas.
En 1984, Aparicio fue inmortalizado en el Salón de la Fama de Cooperstown, un honor que hasta la fecha ningún otro venezolano ha alcanzado. Su legado sigue vivo no solo en los récords que estableció, sino también en el corazón de los fanáticos y en el ejemplo que representa para los jóvenes que sueñan con triunfar en el béisbol.
Hoy, al celebrar sus 91 años, recordamos a Luis Aparicio Montiel no solo como un ícono del deporte, sino como un orgullo nacional cuyo legado perdurará por siempre.
¡Feliz cumpleaños, Luis Aparicio, el eterno número 11 del béisbol venezolano!
BravoSports