Eveling de Rosales, alcaldesa de Maracaibo, se despidió ayer en un acto de gestión de su periodo como alcaldesa que culmina la próxima semana tras la elección del nuevo alcalde.
“Me voy de la Alcaldía, pero seguiré trabajando desde cualquier lugar donde me encuentre por los niños, jóvenes y abuelos de esta región”, manifestó la mandataria municipal desde la cancha Wilson Álvarez, ubicada en la parroquia Santa Lucía, donde hizo entrega de aportes y beneficios a los sectores de esa populosa barriada, según reseñó una nota de prensa.
Recordó que durante su gestión no la tuvo fácil, pues debió luchar con “recursos pírricos e insuficientes”, para dirigir los destinos de un municipio tan grande como Maracaibo, aunado al despojos de la policía Municipal, el IMAU y los Bomberos.
“Pero supimos reinventarnos”, aseveró la alcaldesa, quien dijo, que pese a no contar con los recursos para atender todas las necesidades de la población, de su boca nunca hubo un “no se puede”.
“Siempre les decía a quienes se me acercaban para pedirme algún beneficio, vamos a ver cómo hacemos y lo resolvíamos, porque aprendimos a hacer malabares, para multiplicar lo poco que teníamos”.
En la actividad, la alcaldesa entregó kit de peluquería y barbería, sillas de rueda estándar, bastones, andadera, muletas para adulto, nebulizador, coche pediátrico ortopédico, colchón anti-escara, zapatos ortopédicos y prótesis auditivas. También entregaron lentes correctivos, kit agropecuarios, créditos para microempresarios y aportes económicos, con una inversión total de 200 millones de bolívares.
