Los familiares de Alexis Ramón Áñez Medina, de 23 años, sospechan que su asesinato se trata de una venganza. El “Panino”, como apodaban a la víctima, era hermano del «Wipi», a quien encarcelaron por asesinar a su novia hace algunos meses. Denunciaron que los parientes de Arianna Mercedes Zambrano (18) no paraban de amenazarlos.
El cadáver lo encontraron ayer en la mañana en una zona enmontada del sector Jagüey Largo, parroquia Mariano Parra León de Jesús Enrique Lossada. Le contabilizaron cuatro heridas de bala entre el rostro y el pecho.
Los vecinos vieron pasar a la víctima en un Caprice, blanco, lo acompañaban dos hombres y el carro lo escoltaban dos motorizados. A los pocos minutos escucharon las detonaciones y vieron pasar el vehículo por segunda vez. No sospecharon que se tratara de uno de sus pasajeros hasta ayer cuando se topararon con el cuerpo.
Se desconoce quién les avisó a los Áñez, pero las mujeres de la familia llegaron al lugar del crimen antes que los cuerpos de seguridad. Revisaron a la víctima, certificaron su identidad y empezaron a consolarse unas con otras.
Una veintena de curiosos se acercaron al sitio. Ninguno reconoció a la víctima, pero se compadecieron de las mujeres que lo lloraban. El cuerpo yacía sobre el verdoso monte. El morbo de los presentes las obligó a cubrirlo con ramas de Nin hasta que alguien le entregó a las Áñez una sábana estampada y lo taparon por segunda vez.
Según una de las tías, el muchacho trabajaba como chofer de la ruta Km 25- La Concepción. Creen que quienes lo asesinaron se hicieron pasar como pasajeros para poder someterlo. De su carro no hay rastros. Puede tratarse de un robo o lo atacaron los enemigos de su hermano, Alexánder de Jesús, quienes intentan presionarlo para que se declare culpable por el asesinato de su pareja, Arianna.