La reciente masacre de pescadores en La Cañada de Urdaneta, donde cinco de ellos perdieron la vida a manos de presuntos “Piratas” del Lago, pone de manifiesto —según parientes de las víctimas y demás trabajadores de la pesca— la poca efectividad de los Cuadrantes de Paz, que en septiembre las autoridades nacionales prometieron reforzar.
A pesar que se maneja el robo como móvil de este múltiple homicidio, “no se descarta que negociantes del buche — como se le conoce a hampones que renegocian con el buche de corvina— estén también detrás de estos asesinatos”, afirmó ayer una fuente del Cicpc.
El viernes, Joendry Rodríguez, fue sacado de su casa en la isla de Zapara y su cuerpo flotó en el Lago, el sábado. Lo tirotearon. “Al parecer, se negó a comerciar con ‘buche’ de corvina”, dijeron funcionarios el domingo.
Con los Cuadrantes de Paz, a decir de las autoridades, se busca frenar los robos y homicidios de pescadores que salen a diario a trabajar. Ya han matado a 26 en lo que va de 2017, pero entre agosto y octubre asesinaron a 15.
El comandante saliente de la Guardia Costera del Zulia, teniente coronel Edgar Jiménez, informó que sí se hace el trabajo de patrullaje en las costas del Lago, pero “el hampa se vale de estrategias para evadir a la autoridad y cometer sus atrocidades”. “Algunas veces se hacen pasar hasta por propios pescadores y en otros casos hay guerra entre bandas”, argumentó el comandante Jiménez.
Este miércoles en la mañana, en La Cañada, hallaron también muerto al quinto pescador desaparecido, Luigi José Chourio Pérez, de 28 años. El cuerpo flotó en el sector La Islita.