Los muertos en las violentas protestas en Nicaragua alcanzan 34 personas, la mayoría en la capital, pero la lista podría aumentar en las próximas horas, informó este miércoles el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
El organismo contabilizaba hasta el martes 34 muertos, entre ellos algunos desaparecidos que fueron encontrados por familiares en la morgue del Instituto de Medicina Legal de Managua y personas que fallecieron en el hospital tras resultar heridas durante las protestas.
Entre los fallecidos se incluyen dos agentes de la policía y un periodista en la ciudad caribeña de Bluefields. La gran mayoría son jóvenes y estudiantes universitarios.
Una de las víctimas registradas el martes era originario de la localidad indígena de Monimbo, en la ciudad de Masaya (suroeste) y falleció en el hospital producto de heridas durante un levantamiento de pobladores en los primeros días de las protestas, dijo la presidenta del CENIDH, Vilma Núñez.
El joven, que se encontraba en cuidados intensivos, falleció el martes y su cuerpo le fue entregado a su padre «como si fuera un perro, sin ninguna constancia» de muerte, manifestó Núñez.
El activista Marcos Carmona, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, manifestó que el número de muertos puede aumentar en las próximas horas cuando reciban informes de sus filiales de las ciudades de Sébaco y Estelí.
Hay 66 heridos en los hospitales, de los cuales 12 «en estado muy grave en cuidados intensivos», mientras que 16 personas continúan desaparecidas, dijo Carmona.
«Condenamos la violencia que uso la policía y sus grupos paramilitares contra los jóvenes por una causa justa. Es un acto condenable, disparaban con francotiradores. La mayoría de muertos fueron impactados en la cabeza, cuello y tórax», aseguró el activista.
«Estas muertes deben ser investigadas y acusados los responsables», demandó Carmona.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos urgió el martes al gobierno de Nicaragua investigar las muertes ante la posibilidad de que muchas de ellas sean ilegales.
NOTIZULIA / AFP