Vacío. Así encontró una mujer, ayer, el osario donde reposaban los restos de su hija de a de 4 años, que desde hace 20 años están sepultados en el cementerio Corazón de Jesús, según denunció su sobrino Ender Ramírez.
Ayer, a las 10:00 am, enfurecidos y llenos de dolor los parientes sacaron unas urnas oxidadas y bloquearon el paso en la avenida La Limpia. Exigían respuesta ante la profanación de las tumbas y vigilancia en el camposanto.
“Mi tía está destrozada. Hace dos meses sacamos los restos de su hija y los metimos en el osario para enterrar a mi hijo y hoy nos encontramos con que se robaron los huesos de mi primita. Esto es indignante. Qué más falta que pase. Es un irrespeto total”, contaba Ramírez afuera del ‘Corazón de Jesús’
A ellos se les suma Rubia Echeverría: “Hace siete meses vinimos a enterrar a a un sobrino y nos topamos con que el hueco estaba ocupado por un cuerpo que no pertenece a la familia. Tuvimos que sacar otro pariente para poder enterrar al otro”.
Los dolientes piden a las autoridades la intervención del camposanto. Afirman que los delincuentes no solo se llevan los restos, también atracan a quienes visitan la zona y roban las rejas y techos de los panteones familiares.
Según la ecónoma del cementerio, Hineska Piñero, “un 98% de los osarios han sido profanados. No sabemos qué se llevan porque dejan los restos regados por el lugar. Levantamos cuatro veces la cerca que está en la parte trasera, pero siempre la tumban”.
Piñero indicó que solo tienen un efectivo de seguridad para “cuidar” las 44 hectáreas que tiene el ‘Corazón de Jesús’. “Desde que intervinieron Polimaracaibo dejamos de contar con el patrullaje”, acotó.
El director de Servicios Públicos y Mercados Municipales de la Alcaldía de Maracaibo, Rino Montiel, señaló: “Por las dimensiones del cementerio necesitamos un comando policial perenne. Al menos unos 20 efectivos y motorizados deben garantizar la seguridad, pero ni Polimaracaibo, ni Cpbez ni la Mancomunidad del Eje Metropolitano nos han dado respuesta”.
El pasado 30 de marzo, los delincuentes se llevaron una campana de 800 kilos y los materiales que se habían comprado para la reconstrucción de la capilla.
Los parientes aseguraron que el próximo domingo Día de las Madres trancarán el cementerio como protesta.
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