Solo la calle hará que Maduro cumpla con lo que negocie

Ni el Gobierno frena su pretensión de instalar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ni la oposición desmoviliza las manifestaciones de calle. La desmovilización y frenar la constituyente para aterrizar en un cronograma electoral integral serían los acuerdos que marquen una posible negociación entre el Gobierno y la oposición. 

Son más de 90 días de resistencia civil en los que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) invocó los artículos 333 y 350 de la Constitución de la República, el Consejo Nacional Electoral (CNE) continúa con el proceso para la elección de los constituyentistas prevista para el 30 de julio y el Gobierno sigue ejerciendo represión en las manifestaciones de la oposición a través de los cuerpos de seguridad del Estado. 

En medio de la crisis, van más de 80 muertos, cientos de heridos y la delincuencia desatada aprovecha para ejercer la anarquía en medio de las actividades de calle.

Una fuente relacionada a la MUD nacional informó a La Verdad que hay sectores dentro de la coalición opositora que quieren negociar con el Gobierno, mientras que otros buscan aumentar la escalada de presión en contra del régimen de Nicolás Maduro e ir a una protesta indefinida o paro nacional.  

Félix Seijas, director de la firma de Delphos, afirma que la negociación es necesaria y “va a llegar”, pero considera que no es excluyente negociar y presión de calle. “Una negociación sería para plantear la retirada del Gobierno, cualquier otra negociación no tendría sentido, porque el Gobierno puede mentir, como lo hizo en el 2016, de modo que, desmovilizar la calle a cambio de un cronograma electoral, es entregar lo que se ha logrado por un grupo de promesas y como no hay garantías de cumplimiento, la oposición no puede negociar bajo esos términos”. 

Asegura que la Unidad está abierta para el momento que llegue la negociación, pero cree que el Gobierno debe sentir la necesidad de negociar, y tiene que servir para su salida y para eso es necesaria la presión a través de calle. “Negociar y presión de calle deben ir en paralelo, porque la presión de calle es la que va a llevar a que se pueda negociar en los términos en los que se debe hacer”.

Seijas señala que hasta la fecha no surge la negociación porque todavía el Gobierno siente que tiene la fuerza porque la crisis es clave en este conflicto. Apunta que la oposición y el Gobierno son los dos que están enfrentados; sin embargo, un tercero son los militares que a su criterio deben ser un árbitro entre los dos actores del conflicto. “Hasta este momento los colaboradores han mostrado una postura de defensa al Gobierno”.

Otro punto importante que sumó el estadístico y profesor universitario a este proceso, es la fuerza del chavismo del Partido Socialista Unido por Venezuela (PSUV) de cómo quedaría al retirarse del poder. “La pregunta es, ¿queda vivo? Queda todavía como una fuerza que puede participar, eso se debe garantizar, porque el chavismo pasaría a ser oposición y bajo la Constitución puede moverse. Esas son las reglas del juego”.

“La oposición presta atención a los llamados del diálogo del Gobierno, solo que al evaluarlo determina que las condiciones no están dadas, porque se necesitan dos personas que lo quieran hacer, y el año pasado solamente uno quiso hacerlo y el otro utilizarlo como una especie de pantalla para lograr sus objetivos que siguen siendo: desactivar la calle y bajar la presión”, explica Seijas, al tiempo que subraya que es imposible determinar cuánto tiempo puede durar este conflicto porque “se está hablando de dos vehículos que no se detienen y van de frente y ninguno de los dos frena, en algún momento podría suscitarse un impacto”. 

Conflicto 

Para el politólogo, Carlos Raúl Hernández en un país con gente racional “obviamente” habría que ir a una negociación porque si no la hay puede producirse un colapso, más crisis, violencia y lo que se vive hoy anarquía, desorden e inestabilidad, lo cual -a su juicio- es la consecuencia de que no hay una posibilidad de acuerdo entre el Gobierno y la oposición. 

“Lo deseable sería que antes del 30 de julio llegue esa negociación, porque todos los días se observa cómo cada una de las partes encara el conflicto y hay una escalada de agresividades, ninguna de las partes demuestra interés sobre eso”, indica a la vez que asevera en no creer en un paro nacional. “No conozco en la historia ningún paro ni huelga que haya derrocado a un gobierno, además el país está parado, hay muy pocos empresarios que sobreviven y gracias a ellos podemos medio comer, un paro terminaría de arruinar al país”.

 Negociación  

Oposición:

 – Suspensión de la elección de la ANC.

– Cronograma electoral integrado que incluya elecciones regionales, municipales y presidenciales. 

Gobierno: 

– Desmovilización de calle. 

– Detener las denuncias ante organismos internacionales.

Marco constitucional 

Omar Barboza, diputado de la Asamblea Nacional por la MUD, afirma que la lucha sigue porque aún no se logra el objetivo. “La negociación es posible sobre la base de que el Gobierno retire la constituyente y vayamos a elecciones libres en el marco de la Constitución”. 

NOTIZULIA / La Verdad

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