No se trata de la naturaleza, pues la naturaleza es eso, naturaleza. Se trata de la capacidad de respuesta ante los eventos, la capacidad y la eficiencia en la prevención y en diseñar planes para sobrellevar las condiciones que impone la naturaleza. La única forma de hacer “que la naturaleza nos obedezca” como dijo una vez Simón Bolívar, es atendiendo nuestra propia capacidad de afrontarlo y hacerlo bien y es allí donde se está fallando, porque el deterioro, obsolescencia, desinversión, falta de mantenimiento preventivo y correctivo en todo el Sistema Eléctrico Nacional, es lo que ocasiona que ante las condiciones naturales, éste se tambalee.
De acuerdo con los expertos, entramos en un ciclo natural en el cual el sol continúa su viaje habitual y desde el 26 de febrero hasta el 22 de mayo las temperaturas suben y con ello una mayor demanda eléctrica.
El ingeniero eléctrico José Aguilar destaca que este 2018 el consumo de electricidad es similar al de 2005 que pese a la “depresión económica y la diáspora de ciudadanos propulsan la picada” el SEN demuestra una gravísima incapacidad para atender la exigencia del mes de febrero, que cerró con números negativos tras el “mega apagón” del pasado jueves el cual dejó 13 estados sin servicio eléctrico por más de un día.
Los apagones en Venezuela se han convertido en el común denominador. Ya ni la Gran Caracas queda exenta.
El experto en materia eléctrica augura que de no mejorar la disponibilidad de los megavatios de las plantas térmicas de todo el país y de continuar el abuso del sistema troncal de transmisión “se tendrían en puerta grandes dificultades” para los próximos nueve meses o para el resto del año.
“Tendremos más daños en el SEN y eso incidiría en que su tiempo de recuperación sería más largo y por ende más costoso para Venezuela”.
NOTIZULIA / Con información de La Verdad
