Huele a fiesta en la Basílica. Para la Bajada de la Chinita solo faltan horas y crece la emoción por el reencuentro con la Madre del Cielo. La alegría contagia. El movimiento del personal del templo saladillero delata que la festividad patronal está por comenzar: mujeres y hombres refuerzan la limpieza con escobas y lampazos. Se oyen martillos desde la nave central.
Los 4 tronos de la Reina Morena —el de las flores (en el que saldrá mañana), el elaborado por Julio Árraga, el de las ninfas y el obsequiado por la GNB resplandecen. La Tablita, la corona y el relicario desde el miércoles vienen limpiándose. Una tarea que cumplen sus joyeros Ángel Fuentes, Lino Perozo y Leonardo Lo Iacono.
En las afueras, dominando el lado derecho de la plazoleta de San Juan de Dios ya levantaron la tarima, desde donde, este sábado 28-O, Los Chiquinquireños y Alitasía le regalarán a la Virgen sus mejores repertorios.
Esta tarde, los grupos de apostolado recorrerán la parroquia para entregar los pasquines (programa de la festividad) e invitar al acto de la Bajada, a realizarse mañana, a partir de las 5:00 pm. La misa será oficiada por monseñor Freddy Fuenmayor, zuliano y obispo de Los Teques. La capilla musical estará a cargo de Éxodo Coro y Orquesta.
La cantidad de fieles aumentó esta semana en la Basílica. La campaña Un Kilo de Caridad ha movido al devoto.
En una mesa, van entregando arroz, pasta, harina precocida, entre otros alimentos. La campaña continuará hasta este domingo 29-O. “Los hijos de la Chinita podrán besar el Retablo el domingo. Ese día también pueden traer sus donativos (un kilo de alimentos), que luego serán repartidos en las comunidades Arismendi y Etnia Guajira”, explica el párroco Nedward Andrade..
En un pasillo, camino a la nave central, que permanece cerrada por trabajos de instalación del tobogán —por el que descenderá mañana la Chinita— espera con sus brazos abiertos una Réplica de la Tablita. Ante Ella se van juntando almas. Dos mujeres destacan: una, eleva ante la Virgen a su hijito recién nacido. Da las gracias y se persigna. Otra, una septuagenaria, reza un Rosario, sentada en su silla de ruedas.
Esta festividad patronal gira — además de la caridad que los actos de los marianos deben reflejar— en torno de los 75 años de la coronación canónica de la Chiquinquirá. Además, el 18 de noviembre la Basílica será declarada Santuario Espiritual de los zulianos. ¡Motivos para celebrar, hay! Por lo pronto, acepte la invitación: ¡Vamos a la bajada!, ¡Que viva la Virgen!