Y siguen los indicios de que vivimos el fin del mundo. En Socopó de Barinas, una población rural del enorme estado llanero, se consumó uno de los crímenes más siniestros que se haya conocido y todo a causa de unos celos “estúpidos” alimentados por la desenfrenada ingesta de alcohol. Una historia escalofriante lo que viene a continuación.
Olascuaga –sí, así se llamaba- Olascuaga Sánchez, menor de 16 años, sin proponérselo cavó su tumba en el momento en el cual decidió hacerse novia de José Gregorio García Peña, de 21 años, apodado “El Goyo”, quien tenía de oficio, desmembrador de animales y adelantó su muerte de la manera más escalofriante cuando tomó la decisión, en el desenfreno de una fiesta con alcohol incluido, de bailar con otro hombre en las narices de “El Goyo”. La celopatía de su novio pudo más que la razón.
El pasado 3 de junio, la humilde chica se arregló para ir con su novio a una fiesta. Llegaron al sitio donde había música a todo volumen y alcohol del más barato. Comenzaron a ingerir y al ritmo del reguetón, la jovencita accedió a bailar con otro muchacho que llamó su atención, tal hecho enardeció a su novio y éste inició una serie de reclamos que generaron una discusión.
Los ánimos se calmaron y siguieron en la rumba, pero ya en los albores del del día 4 de junio, los novios se marcharon de la fiesta con destino a la casa de García Peña, donde siguieron ingiriendo y se reactivaron los reclamos, esta vez con mayor intensidad.
Perdió la razón
La policía reveló que en el dime y direte, “El Goyo” tomó una piedra y golpeó con esta a su novia en la cabeza ocasionándole la muerte de forma instantánea, tras el hecho, el homicida intentó cavar un hoyo en el patio de su casa para enterrar el cadáver, pero lo compacto y duro del terreno le dificultó la tarea.
De tal forma que acudió a sus habilidades en el oficio del desmembramiento de animales y así, haciendo uso de un cuchillo y un serrucho, comenzó a descuartizar a su novia repartiendo los pedazos en varias bolsas y vertiendo algunas piezas humanas en un pipote de basura.
En la minuta policial, se reveló que las extremidades fueron vertidas en el pipote, mientras que en bolsas negras, depositó los brazos y las piernas y las lanzó a la calle.
Los vecinos avistaron algunas partes del cuerpo de la joven durante la mañana del 4 de junio y el resto del cadáver lo hallaron en horas de la tarde.
Vieron un tronco humano, pero no lo reconocieron, no obstante saber que se trataba de una persona joven.
Como polvo
La noticia del crimen corrió como polvo vía redes sociales y de ese modo los familiares de Sánchez deciden acudir a las oficinas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) dado que la muchacha no respondía las llamadas ni se había presentado en su casa.
Los parientes de la víctima revelaron a los investigadores el turbio romance entre “El Goyo” y Olascuaga, todo lo cual, generó la orden de traslado de una comisión de la Unidad de Homicidios hasta la casa de García Peña y allí colectaron las evidencias: la piedra, un cuchillo, un serrucho y un balde. En el lugar encontraron manchas de sangre que resultaron positivo al tipo de sangre de la víctima.
A partir de ese momento comenzó la búsqueda del responsable del crimen que culminó el martes 12 de junio en la carretera 11 del sector Esmilta Camejo de Socopó, con la detención del “El Goyo”, con una orden de aprehensión acordada por el Juzgado de Control Número 2.
En la sala de interrogatorios, tras una intensa presión, el descuartizador, confesó haber cometido el crimen y dijo que lo había hecho porque ésta estaba bailado con otro hombre.
NOTIZULIA / Redacción