Agoniza la tarde, callada y llena de presagios. En un punto de la ciudad se confunden los gritos de dolor, impotencia y rabia. En el infierno ingresan dos almas oscuras para consumirse cual merecen y siguen aflorando los detalles de la macabra muerte de la bella estudiante de 18 años, María Reyes Sanjuan. La pestilencia que emanaba desde el porche de la casa rosada donde vivía en inquilinato, Metid Salim Yousra y su hijo Hachem hizo que los vecinos efectuaran llamadas.
«Venía oliendo muy mal, había moscas y de cuando en cuando, la brisa que soplaba profundizaba el mal olor, salía de la casa del ‘turco’ pero hace tiempo que allí no hay nadie», contó la vecina.
Algunas cosas no están muy claras. Si había mal olor producto de la descomposición del cadáver de María Gracia, ¿cómo es que los dos monstruos estaban dentro de la vivienda y podían vivir allí? Al parecer así fue. Los detectives del CICPC irrumpieron en el inmueble y allí habrían sido recibidos a tiros por los monstruos Salim, quienes fueron abatidos por la comisión policial y llevados maltrechos a la emergencia del Hospital Pedro Iturbe. Estaban allí en esa misma casa de cuya profundidad emanaba el olor de la muerte.
Lo cierto es que el CICPC olió el presagio y acudió al inmueble, luego de carearse a tiros con los dos aberrados, revisaron los exteriores de la casa hasta dar con la fosa de unos cuantos metros -tal vez dos o tres- aunque fuentes aseguran que el hueco era de ocho metros; Ocho metros exactos mide la fosa de clavado del Polideportivo de Maracaibo, hallarían petróleo si hubiesen cavado un hoyo de semejante profundidad. Se aclarará más adelante, pero al lado de un almendro y de unas plantas de sábila estaba enterrado el cuerpo totalmente desmembrado y apuñalado de la estudiante universitaria, todo lo cual, hizo más difíciles las labores de extracción, pues, hubo que exhumar con mucha precisión y cuidado el maltratado cadáver.
Violada, apuñalada, descuartizada y enterrada
Esta es la furgoneta forense en la cual se llevaron el cadáver de María Reyes Sanjuan a la morgue a eso de las 3.00 de la tarde
Los vecinos nunca sospecharon del ‘turco’ y jamás pensaron que la pestilencia que percibían era de un cadáver humano, pensaron que podía tratarse de un perro muerto, un gato o una rata, pero quedaron realmente estupefactos cuando se corroboró que era el cuerpo de María Gracia.
Una fuente vinculada con el caso informó que a la muchacha, presuntamente, la habrían violado, para luego matarla a puñaladas, descuartizarla y enterrarla. Se conoció que el hoyo donde la inhumaron tenía unos cuantos metros de profundidad. En cuestión de 60 minutos dieron con los restos putrefactos que, posteriormente y con sumo cuidado, fueron extraídos por los técnicos forenses.
Los vecinos de la comunidad, situada al sur de Maracaibo, manifestaron su preocupación, pues la fetidez era persistente. Pero no sospechaban que se trataba del cuerpo en avanzado estado de descomposición de María Gracia. Todos permanecían incrédulos y expectantes, no daban crédito a que en ese mismo lugar, donde semanas la policía realizó varios allanamientos, se encontrara a la inocente muchacha.
Fachada mortal
Habitantes de la avenida 46 del barrio cercano al Conjunto Residencial El Pinar revelaron que hace cerca de un mes, Salim habitaba esa casa, que tenía un letrero que dice: “Se vende”.
Presuntamente la alquiló a una mujer que se encuentra en Colombia, según uno de los moradores de la barriada.
El hueco fue cavado pegado a la cerca frontal de la casa, frente a la fachada principal
Aseveró uno de los vecinos que solo vieron una vez a María junto con el árabe, al frente de la casa.
Afirmaron que Metid se ocupaba de tener una mesita frente a la vivienda, con productos de primera necesidad. “Vendía arroz, harina, azúcar, aceite y otros productos”, señaló una dama, sin identificarse.
Aparentemente, esa venta de productos alimenticios pudo haber sido utilizada como una mampara para tapar el cautiverio en que se encontraba María.
Además, el sujeto también llegó a vender empanadas al frente del inmueble, por una semana. Después no lo vieron más.
Seguimiento
Una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc arribó a la residencia de los árabes. Tocaron la puerta y en vista de que no les abrieron, penetraron al supuestamente saltar la cerca.
Incursionaron en la casa y avistaron a Metid y Hachem, quienes, presuntamente, se resistieron a la autoridad. Allí fueron liquidados en un supuesto enfrentamiento.
En el frente de la casa, casi paralelo al sitio donde cavaron el hueco donde enterraron a la estudiante, había unas bolsas negras de basura contentivas de una cartera de mujer, un brasier y un bolsito viajero que el CICPC tomó como evidencias.
En el segundo cuarto de esa vivienda había un charco de sangre y cerca, una chancleta de color negro, que se presume era de uno de los árabes. “Esa sangre es fresca”, aseguró uno de los mirones, quienes entraron junto a otros vecinos a la escena del crimen.
La cotiza sería de uno de los árabes y el charco de sangre fresca denotaba un enfrentamiento recientemente ocurrido al momento en el cual entraron los curiosos a la escena del crimen
Resulta difícil pensar que en ese rinconcito se habría cavado un hoyo de ocho metros de profundidad, pero fue allí donde hallaron el cadáver de María Reyes
En uno de los baños había también un charco de sangre, también fresca. Por ello se presume que allí se registró el enfrentamiento entre los policías y padre e hijo.
En relación con la muerte de Metid y de Hachem, la versión policial refiere que estos protagonizaron un intercambio de disparos contra las autoridades, que repelieron el ataque. El dúo falleció en el Hospital General del Sur.
Una muchedumbre entró a esa casa y comenzaron a golpear las puertas y paredes. Las puertas las estaban arrancando de cuajo.
Los restos de María los trasladaron hasta la morgue. Hasta las 3:00 de esta tarde, no habían arribado los acongojados parientes.
REDACCIÓN NOTIZULIA / Con información de Versión Final