Maracaibo y sus calles viejas

Maracaibo y sus calles viejas

«Como no voy a extrañar todas esas calles viejas, de tradiciones que albergan nuestro clamor popular, viva la zulianidad del antaño que refleja su belleza sin igual y en el pasado se queda«

Notizulia / Brújula Zuliana

El urbanismo marabino se convirtió en inspiración para muchos compositores gaiteros quienes en sus letras resguardan la belleza de una ciudad que a través del tiempo mantiene vivo sus espacios. Maracaibo, tiene, en lo que se conoce como, el centro de la ciudad un sin fin de callejones que quizás muy pocos conocen, con nombres muy particulares que llaman la atención del propios y visitantes, pero, cuál es el porqué de los nombres:

El Callejón de “Los Miaos”

Se le llamó así debido a la costumbre que tenían los «montunos» (gente foránea que pasaban por la ciudad) de hacer una parada en un callejón para que sus bestias (burros y mulas) orinaran en el mismo lugar antes de entrar al centro de la ciudad a vender sus productos agrícolas, como leche y carne. Este callejón estaba situado entre la calle Ayacucho y la calle Padre Áñez, En el lugar que ocupaba el referido callejón se construyó posteriormente el cine Odeón, que con el pasar del tiempo desapareció.

El Callejón de «Los Agachaos»

Su nombre se origina a que a su lado existía un barranco que en su fondo se encontraban varias casitas, con los techos muy bajos, que desde lo alto de la carretera, daban la impresión de estar aplastadas. El callejón estaba situado al borde de un acantilado en la carretera de Bella Vista y la calle Nueva Belloso hasta llegar a la calle San Luís . Con el pasar del tiempo, el lugar fue rellenado y se aprovechó el espacio para construir en él la conocida y popular plaza Páez en el año 1944.

El Callejón de «La Mona»

Ubicado justo en la mitad de la calle popularmente conocida como Calle Unión y que se extiende hasta la Avenida libertador interceptada en su mitad por la calle el mandador. Su nombre se debe a que según información aportada por unos saladilleros, de noche a quien se atrevía a transitar por el callejón se le aparecía una mona que le caminaba de manera silenciosa por detrás.

Callejón de Maracaibo – Compilación de Hebert Romero

El Callejón de “La Gallera”.

Con este nombre se conoció antiguamente a la calle “Vargas”. Se originó por el hecho de que en ese callejón existió una gallera, que estaba ubicada en la esquina de la calle Venezuela, cerca de una casa, que anteriormente ocupó el Diario católico “La Columna”. Esta gallera la mando a incendiar en el año 1872 el General Venancio Pulgar, debido a que a él no le gustaba que su hermano el General Rafael Pulga, jugara gallos .

Callejón de “Los Cogollos”

Este callejón es la misma Calle “Los Andes”. Cuenta Matos Romero, que el nombre le vino, porque desde el desaparecido pueblo “Las Garcitas”, ubicado en la costa sur del lago, llegaban las piraguas al puerto de Maracaibo con cargas de fibra de “paja de lucateva”, con la que las mujeres residentes de la calle en su mayoría fabricaban unos sombreros de cogollo que fueron muy populares en Maracaibo.

El Callejón «del Maíz”

Se le fue asignado este nombre a la cuadra comprendida entre su desembocadero de dicho callejón a la Plaza Baralt hasta su intersección con la calle Vargas, haciendo un pequeño recodo para seguir con el de Nueva Zamora en su prolongación al sur-oeste. Su nombre se debió a que de un lado de ese callejón se encontraban los fondos de los negocios existentes en la calle Comercio y del otro existían locales destinados a depósitos de maíz, desde entonces se le conoció como el Callejón del maíz.

Callejón de “Los Sapos”

Los mismos vecinos del lugar, fueron quienes colocaron el nombre al callejón, ya que en esos tiempos, existía en el lugar una proliferación de sapos, que se reproducían en grandes cantidades.  Este callejón estaba ubicado en la parroquia Santa Lucía, cerca de la iglesia del mismo nombre y la antigua calle “Norte”.

Calle Ciencias Recopilación Hebert Romero

Callejón de “La Mochila del Padre Áñez”

Este nombre surgió ya que en el lugar construyeron una cuadra de casas que quedaron encerradas, formando como una especie de recodo con forma de “Mochila. De Allí, que los vecinos le dieran ese nombre.  La calle donde estaba ubicado el referido callejón era la calle “Sucre” y desemboca en la calle “Pascualito”, formando un recodo con la calle “Padre Áñez”.

Callejón de “Los Grillos”

Ubicado en la parroquia Santa Lucía al lado de la Cárcel Pública, (que luego pasó a llamarse Retén Policial de Maracaibo), muy cercano del lugar llamado “El Guariquito” y del edificio donde se publicaba el diario “Crítica”. Como su nombre lo indica se debe a la gran cantidad de grillos que salían de la cañada y que invadían de noche las viviendas del sector.

El Callejón de “La Vacuna”

Este callejón estaba situado en el barrio “El Saladillo. Cuentan los cronistas que ese nombre se le dio al callejón, porque en el año 1898 fue decretada oficialmente la vacunación contra el virus de la viruela y sus habitantes, eran opuestos a vacunarse por temor a la inoculación. Existen referencia, además, que el nombre se originó, porque en el lugar asesinaron a un señor de nombre Matías Arrieta de una puñalada entre el cuello y el omoplato y por esa circunstancia y dado a que en esos momentos se encontraba la campaña de vacunación en pleno apogeo, los vecinos referían que al muerto lo habían “vacunado”, confirmando este hecho aún más el nombre en referencia

Callejón de Los Pobres.

Se extiende por un largo trecho de lo que es la avenida Páez. Su nombre se originó cuando un grupo de comerciantes informales tomará la avenida Páez desde el lugar donde se encuentra el antiguo templo de San Felipe hasta el antiguo Paseo Colón y se establecen en sus aceras para vender su mercancía.

Callejón “El Cascajal”

Conocido hoy, como la calle Santa Lucía. Allí convergía en las cuatro esquinas de El Empedrado, donde otrora se planearon muchas de las peleas que sostuvo el barrio El Empedrado contra el barrio El Saladillo.

Callejón “La Represa”

Situado inmediato a la hoy plazoleta “Valerio Toledo” Su nombre se originó por la existencia en el lugar de un muro de madera (palos clavados de punta), sostenido con piedras, caliche y barro, que servía para contener las aguas de la quebrada que pasaba por ese sitio, adyacente a la calle “periquito a Pie”.

Otros callejones de Maracaibo

En Maracaibo son muchos los callejones que llevan sus nombres gracias a la creatividad de los marabinos y de la situación que en ellos se desarrollan.

Nuestro agradecimiento a la cuenta Costumbres zulianas, al señor Iván José Salazar Zaíd y trazos de Historia zuliana.