Representantes toman escuela en Cabimas para denunciar robo

Los representantes de la escuela Bolivariana FVM en Cabimas, en el sector Campo Elías, realizaron una toma pacífica para exigir la presencia de las autoridades competentes que pongan punto final al tema de la inseguridad que afecta al personal administrativo, docente, obrero y a los alumnos.

Lo último que los ladrones sustrajeron de la institución pública fue la tubería de cobre que surte de gas doméstico la cocina donde elaboran el menú diario. “El lunes vinieron los Bomberos y ordenaron a la directora desalojar a todos los niños por un tremendo escape de gas, debido al robo de la tubería de cobre. Esto puso en peligro, no solo a los alumnos, personal docente y obrero sino a toda la comunidad de Campo Elías”, comentó Rosalinda Bermúdez, una representante de la escuela.

Los representantes señalaron ayer estar desesperados por las condiciones en las que escuchan clases sus hijos. “Queremos suplicarle a los organismos de seguridad que nos manden vigilancia porque los ladrones destruyeron la institución”.  

Despacito

En otras incursiones, los ladrones, se llevaron la comida, el cableado eléctrico y de fibra óptica. También las pocetas y accesorios de las salas sanitarias. En los últimos tres años los ladrones no dejan de visitar la institución, entran y salen sin ningún impedimento.

Tras la toma del plantel por parte de los padres y representantes, personal del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y la Policía llegaron al lugar. “Nos exhortaron a que levantáramos la toma porque eso es penado, pero no tenemos otra manera que nos hagan caso. Las clases están suspendidas hasta que arreglen todo esto, si es posible una semana tendrán que perder los niños para dar chance de corregir los problemas que dejaron los constantes hurtos”, dijo Bermúdez. 

Cuestión de vocación 

Los representantes recordaron que la directora y las maestras trabajan con las uñas y que la institución no está adecuada para recibir a los niños. “Hay salones que tienen dos grados, no tienen luz, los sanitarios están desmantelados, la cocina está inoperativa”, dijo Milagros Piña, también representante de la escuela.

“La Zona Educativa vino y nos dijo que teníamos que dejar que abrieran las puertas porque no podemos cercenar el derecho a la educación de los niños, pero mi pregunta es ¿cómo unos niños pueden estar en estas condiciones por casi 10 horas?”.

Tanto Bermúdez como Piña indicaron que las educadoras y el personal administrativo “hacen el esfuerzo” de comprar el cableado y a los dos días los ladrones se lo llevan.

“Cuando hay comida el mismo día que la traen se meten en la noche y se lo llevan todo. Entonces ellos nos obligan a nosotros a que tengamos paciencia, que creamos en las cosas que ellos nos dicen pero se queda en puras promesas”, contó Piña.

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