En el sentido norte-sur de la avenida 2 Milagro Norte la basura ocupa el hombrillo de la vía. Los vecinos se quejan por los malos olores, la plaga que producen los desperdicios y el desastre que causan los perros y las personas que viven de la basura. Y tomar acciones en mano propia para resolver el problema en muchos casos es peor, debido a que lo más fácil es quemarla, pero el humo hace mal, principalmente, a los pequeños de la casa.
El problema comienza a la altura de la entrada del sector El Valle, parroquia Coquivacoa, donde abundan los restos de lo que parecía un vertedero a cielo abierto. Joalvin Salas, vecino del sector, indicó que generalmente tardan hasta dos meses en recoger la basura. “El mal olor y la plaga abunda en el lugar”.
La situación llevó al profesional del volante a mudarse a un sector adyacente donde la putrefacción no llegue. A él lo siguió su hermano, quien tuvo enfermos a sus hijos. Señaló que la cañada que pasa a un lado de la transitada avenida no la limpian desde, al menos, “dos años”, por lo que la hediondez afecta a quien transita con las ventanas abiertas.
Al descuido
El pasaje no cambia mucho al bajar con dirección a la plaza El Ángel. La basura amontonada a un lado de la vía obliga, en algunos casos, un maniobrar a quien recorre por el canal lento.
Una cuadra después de la estación de servicio Santa Rosa la basura abarca la acera y mitad de un cruce a una calle. En la calle 40, donde desemboca Altos de Jalisco con la avenida 2, también la basura tiene cerca de una semana a la espera del servicio de aseo.
Los vecinos se quejan no solo de la ausencia del ente, también lo hacen de las personas que hurgan en la basura.