El papa León XIV exhortó a dar testimonio de esperanza en medio de las adversidades que enfrenta el mundo, mencionando el sufrimiento causado por las guerras, la violencia y la pobreza. Desde el balcón de la Basílica de San Juan de Letrán, donde asumió oficialmente su papel como obispo de Roma, expresó su deseo de que la fe inspire a las personas a ser un ejemplo de esperanza en este año jubilar.
Ante una multitud congregada en la plaza de San Juan de Letrán, León XIV, miembro de la orden de los Agustinos, agradeció la compañía del pueblo y afirmó su compromiso como cristiano y guía espiritual. Antes de la ceremonia, hizo una parada en el Campidoglio, sede del ayuntamiento, donde recibió un homenaje del alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, y de la ciudad.
El evento en San Juan de Letrán comenzó con el tradicional llamado del cardenal vicario de Roma, Baldassare Reina, quien le recordó su misión como pastor del «rebaño de Cristo» y «siervo de los siervos de Dios». Tras ocupar la cátedra como obispo de Roma, el papa recibió la obediencia de diversos miembros de la Iglesia, incluyendo obispos, párrocos, frailes, monjas y familias de la diócesis.
Luego, León XIV se dirigió en papamóvil a la Basílica de Santa María la Mayor, donde descansan los restos del papa Francisco, para rezar ante el icónico María «Salus populi romani», profundamente venerado por los romanos. Con esta visita, el pontífice cerró los ritos iniciales de su papado, después de haber acudido también a la Basílica de San Pablo Extramuros.