Un hombre mató a puñaladas a su padre en el 18 de Octubre, Maracaibo

La desgracia tocó la puerta de la familia Morillo en el sector 18 de Octubre. Una discusión entre Fernando Morillo (68) y su hijo Gerardo Jesús Morillo (32) fue el detonante. Con un cuchillo el hijo apuñaló siete veces al progenitor. La mayoría de las heridas las recibió en el estómago y el rostro. Merilda Delgado de Morillo (60) intervino al ver cómo el hijo mataba a su esposo, y también recibió dos puñaladas. Una en la cara y otra en el brazo derecho, detalló un policía.

Ante la sangrienta escena, Gerardo se hirió en la pierna derecha y salió de la casa 7-12. Su ropa estaba cubierta de sangre, los vecinos estaban atentos a lo que pasaba en el interior de la vivienda, debido a los gritos de la madre. Cuando vieron salir al sospechoso, lo rodearon y no dejaron que escapara. A los pocos minutos cuatro patrullas de la Policía regional cerró la calle y resguardó la escena.

Entraron al inmueble y se toparon con un charco de sangre que cubría todo el piso. La víctima yacía boca abajo y en ropa interior, luego vieron a la dama herida y de inmediato ordenaron el traslado a la emergencia del Hospital Universitario de Maracaibo. Cuando Delgado salió de la residencia dijo «se volvió loco». En ese momento los oficiales notificaron a la Policía científica sobre el cadáver.

Los habitantes del sector rodearon la vivienda, ayer a las 5.00 de la tarde, pocos emitieron comentarios, estaban sorprendidos por el crimen. Otros murmuraban que los problemas de droga de Gerardo Jesús, conocido como un fisicoculturista, sería lo que provocó la desgracia. Freddy Villa, vecino y amigo de la familia, expresó que el presunto homicida tiene problemas mentales y que «él era el responsable de la muerte».

Otro grupo acotó que en la familia Morillo nunca se había visto o escuchado problemas y desmintieron que el hijo tenía problemas de drogadicción, por el contrario, lo describieron como un hombre tranquilo y responsable, pero recientemente se mudó con los padres porque su esposa lo dejó tras agredirla físicamente.

Los funcionarios del cuerpo detectivesco llegaron una hora después, levantaron la escena y en una bandeja montaron el cuerpo de Morillo para llevarlo a la morgue forense. En ese momento el hijo, quien permanecía herido en el pavimento y rodeado de policías, se llevó las manos a la cabeza y gritaba «yo no hice eso». Los vecinos se enfurecieron, querían lincharlo, pero los uniformados no lo permitieron. «¿Ya te pasó la nota?», «¿cómo pudiste matar a tu padre?», le decían los curiosos.

Los detectives se llevaron al presunto homicida a la sede policial para entrevistarlo y continuar con la investigación.

 

NOTIZULIA / La Verdad

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