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La Construcción e inauguración:
El Puente General Rafael Urdaneta fue planeado internacionalmente durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez. Inicialmente nombró al proyecto con el nombre de Puente Ambrosio Ehinger, quien a causa de su derrocamiento no logró concluir la contratación.
Posteriormente se licitó la obra nuevamente, iniciándose los trabajos de la obra y tres años después es inaugurado, el 24 de agosto de 1962, por el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt.
Es importante destacar que se considera el primer puente moderno de su tipo; de hecho, la tecnología para construcción costa afuera fue diseñada enteramente por venezolanos, lo cual involucró el diseño de gabarras para hincado de pilotes (gabarras martillo) y pilotes para el tipo de lecho que presenta el lago, accesorios para la distribución de las cargas a ser izadas, hitos tecnológicos que han pasado desapercibidos y de los cuales existen pocos registros históricos.
El costo total de la obra fue de aproximadamente US$97 millones, y en su construcción se utilizaron:
- 3.000.000 de sacos de cemento de 46 kilogramos.
- 20.000 toneladas de cabillas, acero corriente y especial.
- 67.483 metros lineales de pilotes de perforación redondos, con un di metro exterior de 1.35 metros y una capacidad portante de más de 675 toneladas.
- 25.668 metros lineales de pilotes de hinca redondos, con un di metro exterior de 91.4 centímetros y una capacidad portante de menos de 675 toneladas.
- 6.338 metros lineales de pilotes de hinca cuadrados, de 50 x 50 centímetros, macizos y de una capacidad portante de 75 toneladas.
- En la etapa de mayor actividad se emplearon 2.630 trabajadores.
- El 30% de los técnicos que trabajaron en las obras fueron venezolanos.
El equipo utilizado en la construcción de esta gigantesca obra incluyó:
- 1 grúa elefante del tipo de la torre de Texas con la capacidad de 250 toneladas.
- 1 grúa flotante Jax de 300 toneladas y 52 metros de altura de gancho.
- 1 grúa jirafa de 135 toneladas de capacidad y 75 metros de altura de gancho.
- 1 grúa Harold de 60 toneladas de capacidad y 36 metros de altura de gancho.
- 2 islas flotantes con el nombre de Coche y Cubagua.
- 1 draga Dixie con dos motores de 248 y 82 Hp, con tupo de succión de 10 pies.
Para las pilas centrales, se utilizaron 10 grúas torres, cuatro de las cuales alcanzaban alturas de 100 metros.
Para los trabajos lacustres, se emplearon 13 remolcadores, 19 lanchas, 50 gabarras y una cantidad considerable de lanchas pequeñas con motores fuera de borda.
Las excavaciones requeridas fueron de tal magnitud que con la tierra removida se hubiesen podido rellenar los túneles de la autopista Caracas-La Guaira
El accidente, reconstrucción y reinauguración.
El 19 de abril de 1964, 5 minutos antes de la medianoche, habiendo pasado poco más de año y medio de la apoteósica inauguración del coloso gris, la tranquilidad nocturna de la zona se vio perturbada. El súper petrolero Esso Maracaibo, perteneciente a la Creole Petroleum Corporation, de 36.000 toneladas de desplazamiento, cargado con 262 mil barriles de petróleo crudo, sin controles y a la deriva como consecuencia de un inesperado desperfecto en el comando eléctrico de la nave, choca contra la pila Nº31 del puente y ocasiona el derrumbe de 259 metros de estructura.
La Creole Petroleum Corporation, propietaria del petrolero, empleó 8 meses en reconstruir la parte dañada del puente.
El historiador Jesús Semprun, co autor del Diccionario de Historia del Zulia, reseña los acontecimientos. “El 6 de abril de 1964 el buque Esso Maracaibo, viajando desde el Puerto La Salina hacia Aruba, a las 11 y 55 de la noche, sufrió un corto circuito y el barco quedó a la deriva, para ir a chocar con su proa contra las pilas 31 y 32 del Puente sobre el Lago, un tramo de 216 metros se vino abajo, 300 toneladas de concreto cayeron sobre la nave, la iluminación del puente quedó trunca en el boquete abierto y los vehículos que no pudieron detener su marcha cayeron al Lago, fueron siete, con ocho muertos. Ocho meses y siete días duraría la reparación, mientras las pérdidas económicas fueron gigantescas, a pesar del servicio de ferrys que sirvió de paliativo; la reinauguración fue el 30 de octubre de 1964”.