Continuando con su recorrido por la iglesia zuliana, el nuncio apostólico monseñor Alberto Ortega Martín visitó las instalaciones de la UNICA donde las autoridades rectorales le confirieron la orden San Alberto Hurtado, en su única clase.
En un emotivo acto donde estuvieron presentes diferentes autoridades educativas y regionales, el representante de S.S Francisco reflexionó sobre la labor social que tienen las universidades, especialmente, las católicas.
«Nos jugamos el futuro con la educación, y como dice el papa Francisco, que solo cambiando la educacion cambiamos al mundo; es como debemos entender el acto educativo que tiene como centro el bien de la persona.»
Sugirió que; «hay que hacer una red con todos los interesados en la educación, para ayudarnos unos con otros, porque en esta labor tan decisiva (educar) no hay que dejarse robar la esperanza, hay que afrontar los retos»
Y agregó, que como cristianos; «Tenemos la certeza de contar con el amor de Dios, ese amor que se manifesto a través de Jesucristo desde el corazón de la iglesia para buscar el bien común». Y concluyó que «las universidades tienen un papel fundametal en la educación del mundo hoy».
En su intervención, el arzobispo de Maracaibo Mons. José Luis Azuaje dijo: «La formación integral del misionero es llevar a todos los rincones el evangelio. Para poder comprender el amor de Dios en el servicio que presta la iglesia por lo que necesitamos de mucha formación, capacidades y experiencia para adentrarnos en la vida del ser humano».
Alentó a «caminar juntos todas las universidades cada uno con sus aspectos particulares poniendo en la mesa lo que nos une. Con sentido social para forjarnos un camino que nos ayude a servir a las comunidades y hacer un hombre nuevo».
Concluyó con un alentador mensaje el de mantener una «Labor de caridad como el motor de todo». Agradeciendo la visita del nuncio y celebrando la aparición y renovación de Chiquinquirá.
Por su parte, el rector de la UNICA, Pbro. Eduardo Ortigoza, hizo referencia a los inicios de la Universidad y a la visión de su creador monseñor Domingo Roa Pérez.